Timothy Dexter

Timothy Dexter: El magnate que siempre ganó

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¿Quién es Timothy Dexter? Esa es una pregunta que seguramente te estarás haciendo, porque no todos los días se habla de un hombre que desafió todas las leyes del sentido común para convertirse en el magnate más afortunado de la historia. Pero, ¡oh, qué hombre! Este estadounidense del siglo XVIII logró acumular una fortuna sin tener ni una pizca de lo que hoy llamaríamos «habilidad empresarial». Así que acomódate en tu silla favorita y prepárate para descubrir cómo Timothy Dexter transformó la estupidez (o quizá la genialidad disfrazada) en oro puro.

Timothy Dexter: El magnate que compró boletos de la lotería de la vida y ganó siempre


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Autor: El café de la Historia


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La vida de Dexter: el manual de “¡Hágalo todo mal y aún así gane dinero!”

Timothy Dexter nació en 1747 en Malden, Massachusetts, un lugar pequeño pero aparentemente perfecto para incubar sueños gigantes y decisiones cuestionables. Dexter, como muchos en su época, empezó desde abajo, trabajando como aprendiz de curtidor de cuero. Pero, claro, él no quería pasar su vida manchándose las manos. ¿Para qué trabajar duro cuando podías simplemente tropezarte con el éxito?

Casarse bien (o al menos, estratégicamente)

La primera jugada maestra de Dexter fue casarse con una viuda rica. Esto le dio acceso a dinero y bienes inmuebles, el equivalente del siglo XVIII a ganar el premio gordo de la lotería de navidad. Por supuesto, su esposa probablemente no se esperaba que Dexter fuera a usar esa base financiera para iniciar una serie de «aventuras empresariales» que oscilarían entre lo absurdo y lo milagroso.


El negocio de la idiotez rentable

¿Sabes esas historias de gente que compra acciones tecnológicas justo antes de que exploten? Bueno, Dexter hizo algo parecido, solo que con ideas que cualquier persona racional habría descartado inmediatamente.

Vendiendo calentadores a los trópicos

Un día, alguien le dijo a Dexter que comprara calentadores y los enviara a las Indias Occidentales. ¿El resultado? Se vendieron todos. ¡Por supuesto! Resulta que los lugareños los usaron para destilar melaza y, mayormente, fabricar ron. En otras palabras, Dexter inventó sin saberlo el concepto de «adaptación de mercado». O eso, o la suerte de un principiante.

Exportando gatos a una tierra infestada de ratones

¿Qué hacer cuando tienes un excedente de gatos y ni idea de negocios? Dexter decidió exportarlos al Caribe, donde, para su sorpresa, los habitantes tenían un problema masivo de ratones. Resultado: otra fortuna asegurada. Claro, ahora parece obvio, pero ¿quién pensaba en eso en el siglo XVIII?

Enviando carbón a Newcastle

Aquí viene la joya de la corona. Cuando Dexter decidió enviar carbón a Newcastle, una ciudad inglesa famosa por su industria carbonera, todo el mundo pensó que estaba completamente loco. ¿El resultado? Justo cuando su cargamento llegó, hubo una huelga minera, y su carbón se vendió como pan caliente. Es oficial: este hombre podía caer de cabeza y aterrizar en un mullido montón de oro.


La literaria locura de «Un almanaque de segunda mano»

Como si ser un magnate accidental no fuera suficiente, Dexter decidió convertirse en autor. En 1802, publicó un libro titulado A Pickle for the Knowing Ones (algo así como «Un encurtido para los sabiondos»). El libro no tenía puntuación, ortografía coherente ni un propósito claro. En esencia, era el equivalente literario de un teclado roto accionado por un mapache.

Timothy Dexter

Pero, ¿qué crees? El libro fue un éxito rotundo. La gente lo encontraba tan ridículo que no podía evitar leerlo. En ediciones posteriores, Dexter añadió páginas enteras llenas de signos de puntuación sueltos, diciendo que los lectores podían «ponerlos donde quisieran». ¿Genio del marketing o simple troll del siglo XVIII? Quién sabe.


La insólita «muerte» de Dexter

Como todo buen excéntrico, Timothy Dexter no podía simplemente vivir y morir como cualquier otra persona. Un día decidió fingir su propia muerte para ver cuántos de sus amigos y familiares aparecerían en su funeral. Como era de esperar, cuando descubrió que su esposa no estaba llorando lo suficiente, la regañó públicamente. ¡Nada define el concepto «genio» como insultar a tu cónyuge en tu propio velatorio falso!


Lecciones de un maestro del caos

Entonces, ¿qué podemos aprender de Timothy Dexter? ¡Básicamente nada! O tal vez todo. Depende de cómo lo veas. Aquí hay algunas reflexiones finales para llevarte gratis a casa:

  1. No necesitas ser un genio para tener éxito. A veces, el universo simplemente te bendice con una racha de buena suerte.
  2. La audacia paga. Si Dexter hubiera sido más cauteloso, probablemente habría muerto como curtidor. Y pobre.
  3. El marketing lo es todo. Su libro, aunque absurdo, demostró que incluso el contenido sin sentido puede encontrar una audiencia.
  4. El drama personal puede ser un buen entretenimiento. ¡Pero quizá tú no deberías arriesgarte a fingir tu propia muerte a menos que estés preparado para las consecuencias!

Timothy Dexter sigue siendo una figura fascinante no porque fuera particularmente talentoso, sino porque demostró que, a veces, lo que parece una estupidez absoluta puede convertirse en un golpe de genio. Así que, la próxima vez que tengas una idea absurda, piensa: “¿Qué haría Timothy Dexter?” Probablemente algo ridículo, pero también, probablemente algo rentable.

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