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✅ Dichos y refranes sobre la felicidad ✅
Refranes sobre la felicidad
- La ignorancia es la madre de la felicidad.
- Busca la felicidad en tu casa y no en la del vecino.
- Felicidad y cristal: ¡cuán fácilmente se quiebran!
- En esta vida desdichada, nadie tiene la felicidad asegurada.
- El pato que no conoce el océano en cualquier charco es feliz.
- La felicidad no crece en el huerto del envidioso.
- El bien que hicimos la víspera es el que nos trae la felicidad por la mañana.
- El regalo de la felicidad pertenece a quienes lo sacan de su envoltorio.
- La misma esperanza deja de ser felicidad cuando va acompañada de la impaciencia.
- Si la felicidad no llama a tu puerta, comprueba que funciona el timbre.
- La felicidad es: buena salud y mala memoria.
- El éxito no es la clave de la felicidad, la felicidad es la clave del éxito.
- Cuando la ignorancia es felicidad, es locura ser sabio.
- La felicidad es la forma más simple de gratitud.
- La felicidad no disminuye nunca cuando se comparte.
- Pasa con la felicidad como con los relojes, que los menos complicados son los que menos se estropean.
- La felicidad está en la ignorancia de la verdad.
- La gente feliz planifica acciones, no los resultados del plan.
- La vida nos enseña que para ser felices a veces hay cosas que debemos ignorar.
- Para ser verdaderamente feliz, un hombre debe vivir absolutamente el presente.
- En la amistad y en el amor se es más feliz con la ignorancia que con el saber.
- Aquellos que quieren cantar siempre encuentran una canción.
- No se puede ser envidioso y feliz al mismo tiempo. Elige qué quieres ser.
- Quien pretenda una felicidad y sabiduría constantes, deberá acomodarse a los cambios.
- Si deseas ser feliz, tienes que desear ver a otros felices también.
Más dichos acerca de la felicidad
- La felicidad no es un sentimiento, es una decisión.
- Quien es feliz hará a otros felices.
- Siembra sonrisas y cosecharás felicidad.
- La envidia siempre dura más que la felicidad del envidiado.
- La felicidad es contagiosa y nunca se agota.
- La felicidad no es la ausencia de problemas sino la capacidad de lidiar con ellos.
- Si quieres ser feliz, deja de intentar cambiar lo que no puedes cambiar.
- La esperanza es un empréstito que se le hace a la felicidad.
- La felicidad está en las cosas que no planeas.
- El dinero no da la felicidad pero calma los nervios.
- Las personas felices tienen mala memoria porque están centradas en el presente.
- La envidia existe solo en aquellas personas que no saben aceptar la felicidad de los demás.
- El tiempo que malgastas disfrutando, no es malgastado.
- La felicidad es doble cuando la compartes con alguien.
- En esta vida, tu grado de felicidad dependerá de tu voluntad.
- Cuando truena en abril, el labrador es feliz.
- Hay quienes buscan eternamente la felicidad, y hay quienes la crean.
- El dinero no compra la felicidad.
- La felicidad es como los abrazos. Hay que compartirla para disfrutarla.
- La desgracia de uno, es la felicidad de otro.
- El objetivo primordial del ser humano debe ser vivir lo más feliz posible sin perjudicar la felicidad de los demás.
- Feliz es el hombre que encuentra un amigo generoso.
- Nadie te robará la felicidad si estás dispuesta a compartirla con los demás.
- La felicidad es algo que se vive y se siente, no es una cosa razonada o definida.
- Acostumbrarse a la felicidad es una gran infelicidad.
- Una de las ventajas de no ser feliz es que se puede desear la felicidad.
- La felicidad es darse cuenta que nada es demasiado importante.
- Hay gente que puede hacer todo bien menos una cosa; dejar de contar su felicidad a los infelices.
- La felicidad es la certeza de no sentirse perdido.
- La felicidad, como el arco iris, no se ve nunca sobre la casa propia, sino sólo sobre la ajena.
- Felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace.
Refranes sobre la felicidad
- Hay dos sistemas de lograr la felicidad: uno, hacerse el idiota; otro, serlo.
- Todo soñador tiene asegurada una porción de felicidad.
- La cordura y la felicidad son una combinación imposible.
- Lo que se hace un día, es semilla de felicidad para el día siguiente.
- La primera obligación de todo ser humano es ser feliz, la segunda hacer feliz a los demás.
- La felicidad no reside en las cosas sino en el hombre.
- Ser feliz es no cambiar.
- Después de haber recorrido el mundo entero en busca de la felicidad, te das cuenta de que estaba en la puerta de tu casa.
- La más feliz de todas las vidas es una soledad ocupada.
- La felicidad no depende de lo que nos pasa, sino de como lo percibimos.
- Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, igual que los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una.
- La felicidad es un trayecto, no un destino.
- Usar, no abusar… ni la abstinencia ni el exceso nunca hace al hombre feliz.
- Ojos risueños, corazón contento.
✅ Más refranes sobre la felicidad ✅
- El que tuvo muchos momentos de tristeza sabe lo que es la felicidad verdadera.
- La felicidad está hecha para ser compartida.
- Siempre la felicidad nos espera en algún sitio, pero a condición de que no vayamos a buscarla.
- Bienvenido serás, si tu cara refleja felicidad.
- Para estar feliz, es necesario que te perdones por tus errores.
- Hay una sola forma de felicidad en la vida: amar y ser amado.
- Aprende a ser feliz con lo que tienes mientras persigues todo lo que quieres.
- La risa llama a la felicidad.
- La felicidad se alcanza cuando disfrutas del día a día, no cuando te obsesionas por un futuro que no sabes si llegará.
- Ir de bien en mejor, no hay cosa mejor.
- Un estado de felicidad no se constituye por el entorno, sino por la mentalidad del propio sujeto.
- Aquel que ha vivido momentos de soledad y tristeza, es el único que puede valorar lo que vale la amistad y la felicidad.
- Los medicamentos curan los dolores del cuerpo. La felicidad cura los dolores del alma.
- La alegría, rejuvenece, la tristeza, envejece.
- Amor de lejos, felices los cuatro.
- Serás feliz siempre si no eres infeliz con nada.
- Juegos y risas, esas son mis misas, comidas y cenas, son mis novenas.
Refranes sobre la felicidad
- La felicidad no es el objetivo, es el camino.
- Al lado de la dificultad está la felicidad.
- Quien en Dios confía, será feliz algún día.
- Ningún hombre es feliz a menos que crea serlo.
- La felicidad aparece cuando lo que piensas, lo que dices y lo que haces está en armonía.
- Los mejores bienes, en ti mismo los tienes.
- La mejor felicidad, es la conformidad.
- A cada quien su propia felicidad.
- La felicidad, no consiste en tener mucho, sino en necesitar poco.
- La esperanza es en sí una especie de felicidad y tal vez, la máxima felicidad que se puede obtener en este mundo.
- No es mas feliz quien más gasta, sino quien menos necesita.
- La felicidad está en disfrutar lo que se tiene, no en desear lo que no se tiene.
- Serás feliz hasta la muerte, si te conformas con tu suerte.
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✅ ¿Qué es un refrán?
Un refrán es un frase de origen popular repetida tradicionalmente de forma invariable, en la cual se expresa un pensamiento moral, un consejo o una enseñanza, particularmente la que está estructurada en verso y rima en asonancia o consonancia.
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✅ Dichos, frases y refranes de la envidia ✅
Refranes sobre la envidia
- Donde reina la envidia, no puede vivir la virtud.
- La envidia sigue al mérito, como la sombra al cuerpo.
- Un envidioso jamás perdona el mérito.
- La envidia es una úlcera en el alma.
- ¡Oh envidia, raíz de infinitos males y carcoma de las virtudes!
- El amor mira a través de un telescopio, mientras que la envidia lo hace través de un microscopio.
- Al pesar por el bien ajeno, llaman envidia y es veneno.
- La fuerza de tu envidia es la rapidez de mi progreso.
- En los campos ajenos, la cosecha siempre es más abundante.
- La envidia no se toma días libres.
- Corazón herido, a pregonero se mete.
- Envidia me tengan y no me compadezcan.
- La cabra de la vecina más leche da que la mía.
- La envidia es tan flaca y amarilla porque muerde y no come.
- Para malas lenguas, buenas son tijeras.
- El envidioso puede morir, pero la envidia nunca.
- La envidia hace parecer más abundantes las mieses de los campos ajenos, y más rico en leche el rebaño vecino.
- A mala gente, envidia fuerte.
- Quien mal piensa, mal tenga.
- La envidia es el peaje que se paga por la distinción.
- Envidia me tengan y no me compadezcan.
- La envidia es una sombra que oscurece el semblante y entristece el espíritu.
- Vámonos para el teatro, verás con qué envidia nos contemplan más de cuatro.
- Es peor la envidia del amigo que el odio del enemigo.
- La envidia es el adversario de los más afortunados.
- Celos y envidia quitan al hombre la vida.
- La envidia acorta la vida.
Refranes sobre la envidia
- Quien de otros habla mal, a otros de ti lo hará.
- Cuídate de los celosos y los envidiosos. Son fuerzas negativas y poderosas.
- La envidia puede herir a lo que se tiene, pero no a lo que se es.
- El silencio del envidioso está lleno de ruidos.
- Si no te envidia nadie, poco vales.
- Quien se pica, ajos come.
- Quien de muchos es querido, de muchos es envidiado y aborrecido.
- Como al hierro la herrumbre, la envidia al hombre consume.
- Culo veo, culo quiero, si no lo viera, no lo quisiera.
- La envidia de la virtud hizo a Caín criminal.
- La envidia se esconde en el corazón humano como una víbora en su agujero.
- Si la envidia fuera tiña, y la tiña sarampión, cuántos tiñosos habría en Nava de la Asunción.
- Quien envidioso vive, desesperado muere.
- No se puede ser envidioso y feliz al mismo tiempo. Elige qué quieres ser.
- El pan malo pero ajeno, sabe mejor que el propio y bueno.
- El envidioso, a todos se hace odioso.
- La envidia es como el agua salada, cuanto más se bebe, más sed da.
- La envidia es el dolor mental que los triunfadores causan a sus vecinos.
- Dale al diablo lo que es suyo: lujuria, envidia y orgullo.
- La envidia ciega a los hombres y les imposibilita el pensar con claridad.
- El envidioso, es tal ser, que no se le indigesta lo que come, sino lo que ve comer.
- La envidia agudiza la vista.
- Gusta lo ajeno, más por ajeno que por bueno.
- Sentir envidia es insultarse a uno mismo.
- La envidia es hermana natural de la sospecha.
- No hay envidioso que no sea ignorante.
Dichos, frases, refranes sobre la envidia
- La envidia es una mala consejera.
- Envidiar es bajeza, y ser envidiado, alteza.
- La fortuna de la fea la bonita la desea.
- Yo me atraco de jamón, y el envidioso sufre la indigestión.
- La envidia es serpiente que al que la abriga le muerde.
- La envidia siempre dura más que la felicidad del envidiado.
- De almas bien templadas, es el no tener envidia de nada.
- No te duela el bien de los mejores, y echarás buenos colores.
- La gordura del dichoso, enflaquece al envidioso.
- Por lo que uno tira, otro suspira.
- La envidia es una cobardía propia de los débiles.
- Castiga a los que tienen envidia haciéndoles bien.
- La envidia es carcoma de los huesos.
- La gente piadosa está viva. La gente envidiosa está muerta.
- La envidia es el arte de contar las bendiciones del otro en lugar de las propias.
- El golpe de la sartén siempre tizna y no hace bien.
- Lo que a mi me favorece, a otros escuece.
- La envidia es una declaración de inferioridad.
- El envidioso dispara a otros, pero se hiere a sí mismo.
- Al hierro el orín, y la envidia al ruin.
- Ser envidiado, caso loado, ser envidioso, caso bochornoso.
- No hay más que un paso de la envidia al odio.
- Si tu dicha callaras, tu vecino no te envidiara.
- No hay éxito sin envidia.
- La envidia existe solo en aquellas personas que no saben aceptar la felicidad de los demás.
- La envidia y las fiebres matan al que las padece.
- En corazón generoso, no cabe ser envidioso.
- Los pocos que crean son la envidia de los muchos que se dedican exclusivamente a mirar.
- Díaz-Plaja, Fernando(Autor)
- Porta, Carles(Autor)
Más refranes sobre la envidia
- Nunca el envidioso medró, ni el que junto a él vivió.
- Más vale ser envidiado, que amancillado.
- Envidia del vivo; de los muertos, olvido.
- Si te envidia el chico, eres menos chico, más si te envidia el grande, eres muy grande.
- El necio odia al hombre sabio, el pobre detesta al que es rico, el cobarde envidia al héroe, el miserable desprecia al que es generoso, y el hombre degradado no puede ni ver al virtuoso.
- No eres creíble si hablas constantemente de lo que desprecias. Lo que se desprecia de verdad no dura mucho tiempo en la mente.
- De la desidia, suele nacer la envidia, si el desidioso trabajara, sería envidiado y no envidiara.
- De tiros largos, y con pocas capas serás la envidia de los muchachos.
- No te ufanes de tu bien ante los chicos, pero al envidioso pásaselo por los hocicos.
- A quien nada vale, no le envidia nadie.
- Las multitudes ladran a los hombres eminentes, igual que los perros pequeños ladran a los extraños.
- La envidia es la más grande manifestación de admiración.
- Quien habla a tu espalda lo hace porque está por detrás de ti.
- La envidia, el más mezquino de los vicios, se arrastra por el suelo como una serpiente.
- De no callar la dicha, nace la envidia.
- Envidia, ni tenerla, ni temerla.
- Si destacas, generarás envidia. Solo los que no destacan son los que no generan envidias.
- Quien mal dice, peor oye.
- La envidia silenciosa crece en el silencio.
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✅ ¿Qué es un refrán?
Un refrán es un frase de origen popular repetida tradicionalmente de forma invariable, en la cual se expresa un pensamiento moral, un consejo o una enseñanza, particularmente la que está estructurada en verso y rima en asonancia o consonancia.
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Frases de Agatha Christie
La reina del crimen, la reina del misterio, la reina del suspense…
Tantas cosas se han dicho sobre Agatha Christie y qué poco se puede decir que no se haya dicho ya.
¿Qué mejor que sea ella misma y sus personajes los que nos dibujen un esbozo para poder entender un poco mejor a esta autora inmortal que ha batido todos los récords de ventas, y ha elevado al estatus de iconos universales a personajes de su creación como Miss Marple o Hercules Poirot?
Las mejores frases de Agatha Christie
Cásate con un arqueólogo. Cuanto más vieja te hagas, más encantadora te encontrará.
En lo concerniente a las grandes sumas, lo más recomendable es no confiar en nadie.
Tengo una cierta experiencia en darme cuenta cuando las personas dicen mentiras.
Uno no reconoce los momentos realmente importantes en su vida hasta que es demasiado tarde.
Cualquier mujer puede engañar a un hombre si ella quiere y él está enamorado de ella.

La mejor receta para la novela policiaca: el detective no debe saber nunca más que el lector.
Es curioso, pero solamente cuando ves a las personas hacer el ridículo, te das cuenta lo mucho que las quieres.
La tristeza es la cuna de inspiración de todo escritor.
Lo más razonable que se ha dicho sobre el matrimonio y sobre el celibato es esto: hagas lo que hagas te arrepentirás.
Los mejores crímenes para mis novelas se me han ocurrido fregando platos. Fregar los platos convierte a cualquiera en un maníaco homicida de categoría.

El tiempo es el mejor asesino.
Las conversaciones son siempre peligrosas si se tiene algo que ocultar.
El mal nunca queda sin castigo, pero a veces el castigo es secreto.
El amor de una madre por un hijo no se puede comparar con ninguna otra cosa en el mundo. No conoce ley ni piedad, se atreve a todo y aplasta cuanto se le opone.
Si tus sueños no están destinados a hacerse realidad, es mejor aceptarlo a tiempo y seguir adelante en lugar de enfocarse en las esperanzas rotas.

Los acontecimientos, en muchas ocasiones, se precipitan de una manera extraña.
Cuando a uno no le gusta algo, lo inteligente es que se esfuerce por averiguar el porqué.
No sabes si puedes hacer algo o no hasta que lo intentas.
Nunca vuelvas a un lugar donde antes has sido feliz, si vuelves lo destruirás.
No hay peor error en la vida que ver o escuchar las obras de arte en un momento inoportuno. Para muchos, Shakespeare se echó a perder solo por haberlo estudiado en la escuela.

Dondequiera que exista la naturaleza humana existe el drama. Solo que no siempre es como uno se lo imagina.
Me especializo en asesinatos tranquilos y de interés doméstico.
Cuando no hay humildad, las personas se degradan.
Las personas deberían interesarse por los libros, no por sus autores.
No hay nada más agotador en el mundo que la persona que siempre tiene la razón.

Nunca hagas algo que lo otros puedan hacer por ti.
Hubo un momento en el que pasé de ser una aficionada a ser una profesional. Asumí la carga de una profesión, que es escribir incluso cuando no quieres, no te gusta mucho lo que escribes, y no escribes particularmente bien.
El secreto de permanecer siempre vigente es comenzar a cada momento.
Supongo que es porque casi todos los niños van a la escuela hoy en día y tienen las cosas arregladas para ellos que parecen tan desamparadamente incapaces de producir sus propias ideas.
Una de las cosas más afortunadas que te pueden suceder en la vida es tener una infancia feliz.
Una persona inteligente se guarda sus pensamientos para sí mismo.
Citas de las principales obras de Agatha Christie
Sí. Me gusta ver que la gente se enfada. Me gusta mucho. Pero aquí en Inglaterra no se enfadan como en España. En España sacan sus cuchillos y maldicen y gritan. En Inglaterra no hacen nada, sólo se ponen muy rojos de la cara y cierran bien la boca.
De la obra: Navidades trágicas
Uno tiene a veces que tragarse su orgullo y reajustar sus ideas.
De la obra: Muerte en las nubes
Lo que cualquier mujer ve en un hombre en particular está más allá de la comprensión del hombre inteligente promedio.
Simplemente es así.
Una mujer que puede ser inteligente en todo lo demás del mundo puede ser una completa tonta cuando se trata de un hombre en concreto.
De la obra: Después del funeral

Tengo cierta experiencia en darme cuenta cuando las personas dicen mentiras.
De la obra: Misterio en el Caribe
¡Ah, pero la vida es así! No te permite arreglar las cosas y ordenarlas como quieras. ¡No le permitirá escapar de las emociones, vivir por el intelecto y la razón! No puedes decir: «Sentiré tanto y no más». La vida, Sr. Welman, sea lo que sea, no es razonable. (Poirot)
De la obra: Un triste ciprés
Ya he tomado mi decisión, Hori. Compartiré mi vida contigo para bien o para mal, hasta que llegue la muerte.
De la obra: Death Comes as the End

Este, Hastings, será mi último caso. Será, también, mi caso más interesante… y mi criminal más interesante.
De la obra: Telón
Querer es más importante que amar. Dura. Quiero que lo que hay entre nosotros dure, Luke. No quiero que nos amemos y nos casemos y nos cansemos del otro y luego nos casemos con otro».
«¡Oh! mi querido amor, lo sé. Quieres la realidad. Yo también. Lo que hay entre nosotros durará para siempre porque se basa en la realidad.
De la obra: Matar es fácil
Qué conveniente sería si pudieras llamar a Harrods y decir: Por favor, envíenme dos buenos asesinos, ¿quieren?
De la obra: El misterio de Pale Horse

Recuerde, era un fanático, y no hay fanático como un fanático religioso.
De la obra: Primeros Casos de Poirot
El método y el orden lo son todo, respondió Poirot.
De la obra: Muerte en el Nilo
Bastante absurdo, porque Caleb no tiene ningún gusto por la fornicación. Nunca lo ha tenido. Qué suerte, siendo un clérigo.
De la obra: El caso de los anónimos

Debo hablar contigo, David, y aprender todas las nuevas ideas. Por lo que veo, hay que odiar a todo el mundo pero al mismo tiempo darles atención médica gratuita y mucha educación extra, ¡pobres! Todos esos niños indefensos que son llevados en manada a las escuelas todos los días, y el aceite de hígado de bacalao metido a la fuerza en la garganta de los bebés, les guste o no, es algo muy desagradable.
De la obra: Sangre en la piscina
La razón por la que le gustaba atender a los pacientes ricos en lugar de los pobres era porque podía ejercer su imaginación para diagnosticar sus dolencias.
De la obra: Surprise! Surprise!
Tu manera de hablar es terriblemente como la BBC esta tarde, Albert, dijo Tuppance, con algo de exasperación. Albert pareció un poco sorprendido y volvió a una forma de hablar más natural.
Anoche estuve escuchando una charla muy interesante sobre la vida en los estanques, explicó.
De la obra: El misterio de Sans Souci

¡Puedo imaginar cualquier cosa! Ese es mi problema. Puedo imaginarme cosas ahora mismo, en este momento. Podría incluso hacer que sonaran bien, pero por supuesto ninguna de ellas sería cierta.
De la obra: El templete de Nasse-House
Uno se olvida de cómo son los humanos de asesinos.
De la obra: Se anuncia un asesinato
La verdad, por fea que sea en sí misma, siempre es curiosa y hermosa para los que la buscan.
De la obra: El asesinato de Roger Ackroyd

La vida es como un tren, Mademoiselle. Continúa. Y es bueno que sea así.
¿Por qué?
Porque el tren llega por fin al final de su viaje, y hay un proverbio sobre eso en su idioma, Mademoiselle: «Los viajes terminan en el encuentro de los amantes»
Lenox se rió. «Eso no va a ser verdad para mí».
«Sí, sí, es verdad. Es usted joven, más joven de lo que usted misma sabe. Confíe en el tren, Mademoiselle, porque es el Bon Dieu quien lo conduce.
De la obra: El misterio del tren azul
Aquí están mis rosas. ¿Te gustan?
«Son hermosas, dijo Laura educadamente.
En general, dijo el Sr. Baldock, las prefiero a los seres humanos.
De la obra: La carga
Bueno, por supuesto, Gwenda querida, siempre puedes hacer eso cuando hayas agotado todas las demás líneas de enfoque, pero siempre creo que es mejor examinar primero las explicaciones más simples y comunes.
De la obra: Un crimen dormido

Cuando eras un niño, te amaba. Amé tu rostro grave y la confianza con la que viniste a mí, pidiéndome que reparara tus juguetes rotos. Y luego, después de ocho años de ausencia, volviste y te sentaste aquí, y me trajiste los pensamientos que estaban en tu mente. Y tu mente, Renisenb, no es como las mentes del resto de tu familia. No se vuelve sobre sí misma, buscando encerrarse en muros estrechos. Tu mente es como mi mente, mira sobre el río, viendo un mundo de cambios, de nuevas ideas, viendo un mundo donde todas las cosas son posibles para aquellos con coraje y visión.
De la obra: La venganza de Nofret
Sospecho de todo el mundo hasta el último minuto.
De la obra: Asesinato en el Orient Express
Había solamente una cosa de su persona que satisfacía plenamente a Hércules Poirot: su espléndido bigote. Y también la forma en que éste reaccionaba ante sus esmerados cuidados. El bigote en cuestión era magnífico. No sabía de nadie que conociese otro mejor.
De la obra: Las manzanas

Oh, querido, es muy cierto lo que dijo el Dr. Reilly. ¿Cómo se deja de escribir? Si pudiera encontrar una frase realmente buena para decir… Como la que usó Poirot. En el nombre de Alá, el Misericordioso, el Compasivo… Algo así…
De la obra: Asesinato en Mesopotamia
¿Para qué quiere usted vernos? Nosotros no sabemos absolutamente nada con respecto a lo ocurrido. Bueno, es que me imagino que su visita a esta casa se halla relacionada con el crimen cometido en nuestra barriada… ¿O es que desean comprobar si nos hallamos al corriente en cuanto al pago de la licencia del televisor?
De la obra: Los relojes
Las lágrimas se asomaron en los ojos de Miss Marple. Sucediendo a la lástima, llegó la ira, la ira contra un asesino sin corazón. Y luego, desplazando ambas emociones, vino una oleada de triunfo. El triunfo que algún especialista podría sentir al constatar que ha reconstruido con éxito un animal extinto a partir de un fragmento de mandíbula y un par de dientes.
De la obra: Un puñado de centeno

Poirot, lanzando un grito ronco e inarticulado, volvió a aniquilar su obra maestra de cartas y poniendo sus manos sobre sus ojos se balanceó hacia atrás y hacia adelante, aparentemente sufriendo la más aguda agonía.
¡Cielo santo, Poirot!» Lloré. «¿Qué sucede? ¿Está usted enfermo?
De la obra: El misterioso caso de Styles
Bueno, ¿Qué está haciendo? ¿Qué ha hecho?
Estoy sentado aquí, dijo Poirot. Pensando, añadió.
¿Eso es todo?, dijo la señora Oliver.
Es lo más importante, dijo Poirot.
De la obra: La tercera muchacha
Tenía muy poco interés en los pintores o en cualquier otra manifestación artística. Consideraba a los escritores, artistas y músicos como algo parecido a animales bien amaestrados. Estaba dispuesta a ser indulgente con ellos, pero se preguntaba para sus adentros por qué querían hacer lo que hacían.
De la obra: En el hotel Bertram

Sé, por experiencia, que ciertas minucias, recuerdos familiares y otras cosas semejantes e íntimas, adquieren un gran valor para uno con el paso de los años, conforme nos vamos haciendo viejos.
De la obra: Misterio en el Caribe
Nunca le digas todo lo que sabes, ni siquiera a la persona que mejor conoces.
De la obra: El misterioso señor Brown
No había recordado su nombre, pero la había visto bailar y se había dejado llevar y fascinar por el arte supremo que puede hacerte olvidar el arte.
De la obra: Los trabajos de Hércules
Me vi a mí mismo, un ignorante, sumergido en el mundo de los grandes negocios avanzando a nado por un lago, cercado por grandes cocodrilos, todos ellos dirigiéndome falsas sonrisas de amistad.
De la obra: Noche eterna

La sola palabra isla tiene la virtud mágica de evocar en nuestro espíritu toda suerte de fantasías, pues al llegar se pierde el contacto con el mundo.
¡Una isla representa ella sola un mundo! ¡Un mundo de donde, a veces, no se vuelve jamás!
De la obra: Diez negritos
Posiblemente te interesará la curiosísima historia que hay detrás de su obra La ratonera
Las cejas de Hércules Poirot se alzaron cuando le presentaron la tarjeta del inspector Morton, de Berkshire. Hazle pasar, Jorge, hazle pasar, y trae… ¿Qué es lo que prefieren los policías?
-Creo que cerveza, señor.
– ¡Qué horrible! Pero muy británico. Trae cerveza.
De la obra: Después del funeral
Poirot, dije. He estado pensando.
Un ejercicio admirable, amigo mío. Continúe con él.
De la obra: Peligro inminente
¡Oh, cariño, nunca me di cuenta de la terrible cantidad de explicaciones que uno tiene que dar en un asesinato!
De la obra: La telaraña
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Breve biografía de Tirso de Molina
Tirso de Molina (24 de marzo de 1579 – 20 de febrero de 1648) fue un dramaturgo barroco español, poeta y monje.
Se le ha atribuido tradicionalmente la creación del mito de Don Juan en El burlador de Sevilla, cuya primera versión podría ser de 1617, con la obra Tan largo me lo fiais.
Nació como Gabriel Téllez en Madrid. Estudió en Alcalá de Henares, se unió a la Orden mendicante de la Santísima Virgen María de la Misericordia en 1600 y entró en el Monasterio de San Antolín en Guadalajara en enero de 1601.
Fue ordenado sacerdote en 1610.
Estuvo diez años escribiendo obras de teatro cuando fue enviado por sus superiores en una misión a las Indias Occidentales en 1615, residiendo en Santo Domingo de 1616 a 1618.
A su regreso a España en 1618, residió en el monasterio mercedario de Madrid.
Se conservan una sesentena de piezas dramáticas de Tirso de Molina.
No obstante, según su propio testimonio, posiblemente algo exagerado, habría escrito en 1634 unas cuatrocientas, con lo que, de ser cierto, habría sido uno de los dramaturgos más prolíficos del Siglo de Oro español.
Los últimos años de su vida los pasó en Soria, en el Convento de Nuestra Señora de la Merced, en el que fue nombrado comendador en 1645.
Murió en Almazán en 1648.
Sus obras más importantes son: Don Gil de las calzas verdes, Los balcones de Madrid, Los amantes de Teruel y El Burlador de Sevilla.

Fábulas de Tirso de Molina
El asno y el cochino
Señor Juan de Silva, escuche:
Crio un villano en su casa
un cochino y un jumento.
Al cochino regalaba
tanto, que al jumento mismo
daba envidia, que esta falta
es muy de asnos. Llegó el día
de San Martín, y escuchaba
el asno grandes gruñidos.
Asomóse a una ventana,
y vio al mísero cochino,
el cuchillo a la garganta,
que roncaba sin dormir.
—¿Para aquesto le engordaban?
—dijo el asno—. Voime al monte
por leña, venga mi albarda.
Mejor goza el bien quien desde el mal vino a él
Yo sé de cierto señor
algo regalado y tierno
que, acostándose el invierno,
después que el calentador
la cama le sazonaba,
se levantaba en camisa,
y dando causa a la risa,
desnudo se paseaba.
Burlábase de él su gente
y juzgaba a desvarío
que tiritase de frío
y diese diente con diente
quien abrigarse podía;
mas él, después de haber dado
sus paseos, casi helado
a la cama se volvía,
diciendo: —Para estimar
el calor que ahora adquiero
es necesario primero
el frío experimentar.

La mula del doctor
Tuvo un pobre una postema
(dicen que oculta en un lado)
y estaba desesperado
de ver la ignorante flema
con que el doctor le decía:
—En no yéndoos a la mano
en beber, moríos, hermano,
porque esa es hidropesía.
Ordenóle una receta,
y cuando le llegó a dar
la pluma para firmar,
la muía, que era algo inquieta,
asentóle la herradura
(emplasto dijera yo)
en el lado, y reventó
la postema, ya madura;
con que cesando el dolor,
dijo, mirándola abierta:
—En postemas, más acierta
la mula que su doctor.
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El león y la raposa – Tirso de Molina
Estaba cojo una vez
un león viejo —no es nuevo
quien anda mucho mancebo
estar cojo a la vejez— .
Como no podía cazar,
y andaba solo y hambriento,
aguzó el entendimiento
para comer sin andar;
y llamando a cortes reales,
mandó por edicto y ley
que atendiendo que era rey
de todos los animales,
acudiesen a su cueva.
Fueron todos, y asentados,
dijo : —Vasallos honrados,
a mí me han dado una nueva
extraña, y que me provoca
a pesadumbre y pasión,
y es que dicen que al león
le huele muy mal la boca.
No es bien que un sujeto real,
de tantos brutos señor,
en vez de dar buen olor,
a todos huela tan mal.
Y así, buscando el remedio,
hallo que a todos os toca,
que llegándoos a mi boca,
veáis si al principio o medio
alguna muela podrida
huele mal, por que se saque,
y desta suerte se aplaque
afrenta tan conocida.
Metióse con esto adentro,
y entrando de uno en uno,
no vieron salir ninguno.
La raposa, que es el centro
de malicias, olió el poste;
y convidándola a entrar
para ver y visitar
al león, respondió : —¡Oste!
Y asomando la cabeza,
dijo : —Por no ser tenida
por tosca y descomedida,
no entro a ver a vuestra alteza;
que como paso trabajos,
unos ajos he almorzado,
y para un rey no hay enfado
como el olor de los ajos.
Por aquesta cerbatana
vuestra alteza eche el aliento;
que si yo por ella siento
el mal olor, cosa es llana
que hay muela con agujero,
y el sacalla está a otra cuenta,
que yo estoy sin herramienta
y en mi vida fui barbero.

Fábula de Mirra, Adonis y Venus – Tirso de Molina
Al hermoso hijo y nieto del caduco Cinira, que en Chipre, rey de flores se corona; al prodigioso efecto del amor y de la ira, que humano un tiempo, ya deidad blasona; al que debe Pomona cuantos en sus pensiles engendra mayos y produce abriles, pues hortensia deidad, flores sazona, panegíricos canto la música, esta vez acorde al llanto. Aquel rapaz gigante, que al mismo Jove arrostra, y nieto de la espuma, es todo llama; ese que, si arrogante imposibles no postra, ni dios se estima, ni permite fama, venenoso derrama su contagión sabrosa en el pecho de Mirra, cuanto hermosa horrenda tanto, pues su nombre infama quien su tragedia ha escrito; si bien todo el delito disculpa de su engaño, pues fue la utilidad mayor que el daño. Mirra, de juventudes asombro desdeñoso, hoy mucho más del tálamo que ofende, venganza e ingratitudes dio en su desprecio hermoso, pues mariposa adora a quien la enciende; en la nieve pretende de las paternas canas de Cinira, templar llamas tiranas; pero es yesca la nieve si se emprende en ella del amor cualquier centella; en fin, para encendella industrias apercibe, pirausta, Mirra, que entre brasas vive. Equívocas caricias al padre lisonjean, que vende a la ignorancia el nombre de hija; y honestando malicias, se admiten y recrean, dorando plata a la vejez prolija; tal vez se regocija,
porque él tronco, ella yedra, verdor trepando por su cuello medra, y, ufano que tal vid tal olmo elija, sin distinguir entre virtud agravios, se permite a los labios, puesto que desiguales, el plomo se guarnezca de corales. Juzga Cinira grato a filial afecto, cariño tanto, no a pasión lasciva; pero como es retrato de la causa el efecto, (si en la similitud amor estriba) viéndose copia viva, con su origen quisiera incorporarse Mirra lisonjera, (que donde unidad falta, amor no priva); para esto su deseo los brazos envidiaba de Briareo, y a su madre adorara, si con el ser su tálamo heredara. Teme, suspira, llora, porque, si oculta enojos, recela que el dolor no la consuma; muda tan habladora que, a descifrar sus ojos, cada pestaña de ellos fuera pluma; tal vez resuelta (en suma, a costa de su mengua) a fiar su remedio de su lengua, fuego acomete y se retira espuma; y tal de amores loca, palabras apercibe y no halla boca, que en tan ambigua guerra, puertas abre el amor que el temor cierra. Retrocedióse al pecho cobarde la osadía, que ya en los labios profanó la raya. Pero ¿de qué provecho fue, si los asistía la vergüenza en carmín, que la desmaya? Comunicóse al aya, cuyos caducos años feriaron su vejez a los engaños, que también hay tormentas en la playa, y aunque la edad la jubiló en el puerto, las más veces es cierto que, tarde o nunca, deja liviana moza los resabios, vieja. Ésta, en fin, facilita estorbos y temores, y, añadiendo a sus llamas combustibles,
al viejo solicita a que despierte amores, ya tibios en su edad, si no imposibles. Díjole: «Apetecibles años de cierta hermosa, (tú, rosa seca y ella fresca rosa) pechera de delicias apacibles tributarte apetecen, si los gustos de amor rejuvenecen. Desyela señor mío en su florido abril, tu enero frío. Dejar de ti desea posteridad augusta que blasonen después sus sucesores. Baja, que de Amaltea el aparato gusta, que en tu jardín des frutos a sus flores; la noche, a sus temores, quietud oculta apresta, sin riesgo que Diana, por honesta, fiscalice, ofendida, sus amores, pues, aunque cazadora, virginidad afecta, amante adora cuando en celos se ofusca al dormido Endimión que en Caria busca». Al cano rey, la astuta aya, halló tan dispüesto, que culpa siglos cuando instantes pierde; que en la materia enjuta se introduce más presto el voraz elemento que en la verde; amor (porque recuerde en él sus incentivos, y en caducas cenizas logre, vivos, hipócritas carbones) que se acuerde le manda de hermosuras, que ocasionaron, joven, travesuras; y remozado en ellas, sopló el deseo y levantó centellas. Delinquió incestuosa esta vez la ignorancia, lince hasta aquí el amor, agora ciego. Vejez apetitosa, su misma repugnancia solicitaba nieve contra fuego; la noche que, al sosiego con sueños aplaudía, Argos de estrellas, este insulto vía; pero vendólas con tinieblas luego, abominando brazos, que en tal monstruosidad tejieron lazos, cuando amor que los funda,
vio a Mirra, estéril antes, ya fecunda. Deleite ejecutado, y amor arrepentido, todo es uno: testigo la experiencia; volvió el enero helado, si se fingió florido, a intimar su primera intercadencia; efímera violencia veloz enciende y pasa, pues ya en Cinira amor yela, no abrasa. Gozó sin ver, y huyendo la presencia que se negó a sus ojos, lo que anhelaba gustos, juzgó enojos; castigo de quien fía en cano amor, que, cuando abrasa, enfría. Mirra que, satisfecha, su infamia creyó oculta, segundo Paladión lleva consigo; y cuando sin sospecha noticias dificulta, sus entrañas hospedan su enemigo; el tiempo hizo testigo lo que escondió primero: cómplice aleve, agora pregonero, manifestarle pudo, que a veces habla más el que es más mudo. El término cumplido, Mirra ya hermana y madre, Y de Cinira, Adonis, hijo y nieto, ofensor ofendido, se vio su abuelo y padre, público ya a los hombres su secreto; Tesífone y Alecto, gigante hacen su injuria; de amor primero esfera, ya de furia, la causa enemistada con su efecto, y ardiendo por ser vivo, con la madre, al dos veces relativo, de su sustancia helada corre a verter la sangre duplicada. Plumas huyendo pide la hermosa delincuente a la deidad que obedeció lasciva; valles y selvas mide, y, del pecho pendiente, el insulto inocente es joya viva; pero, aunque fugitiva, flores desmaya apenas, azogue en vez de sangre alienta venas de la helada vejez la vengativa injuria, en cuyo empleo cada pie, que fue plomo, es caduceo,
que amores y pesares al segundo Planeta hurtan talares. No Apolo enamorado a Dafne cazadora persigue aquél y estotra se retira; efectos han trocado, pues huye la que adora, siguiéndola los odios de Cinira; vuela esta vez la ira, corre amor, pues la alcanza, señal que es más ligera la venganza: pues si uno flechas otra rayos tira, y con fines opuestos plumas llevan aquellas, llamas éstos, con que una acción obliga a que huya amor y a que el desdén le siga. Ya casi a las espaldas respiraba el aliento de la venganza, que el temor avisa, y de las leves faldas que profanaba el viento, las fimbrias, tropezando, tal vez pisa, cuando viendo precisa la ejecución severa, Mirra, angustiada de su muerte fiera, a la Citerea diosa en el último trance lastimosa, intimándole enojos, dijo, el alma en los labios, y en los ojos. «Común naturaleza nos dio, amorosa diva, Chipre a las dos, que en esto nos hermana; aquí halló tu belleza patria, pues, compasiva, te adora eterna y te alimenta humana; aquí la espuma cana del mar, piélago incierto, en la cuna del nácar tomó puerto, (región sacra por ti, si antes profana) y porque fertilices su amenidad, las Horas, tus nutrices, cuando flores te adulan, Chipre tu imperio, Cipria te intitulan. Aquí, progenitora de la deidad de fuego, con sangre en vez de leche alimentado, me hiciste profesora, (mas ciega, que él es ciego) de su violenta escuela, pues he dado asombro enamorado a cuantos en sus llamas arrojan honras y consumen famas
pues me atreví, por él, al primer grado, que exento de tu imperio, eterno me vincula vituperio, digna que tus favores, a más hazañas, premios den mayores. No, pues, Venus permitas que a tu poder se atreva padre verdugo, desdeñoso amante; si insultos acreditas, múdame en forma nueva, que aromas peche a tu deidad fragante; haz, desde aquí adelante, patrona compasiva, que, entre los vivos, ni me infamen viva, ni, entre los muertos muerta, honras espante, sino que mi remedio consista en ser de estos extremos medio, porque, en angustia tanta, si sensitiva no, me estimen planta». Apenas de su pena Venus oyó el discurso que, grata tutelar a su deseo, fija en la rubia arena el desmayado curso; planta es ya la de amor, monstruoso empleo, aquel arbol sabeo, cuya sudada goma, Estacte llama Arabia y, todo aroma, incorrupto cadáver dio al Hebreo, en la forma sabina, enebro en hojas y en rigor espina, que eterniza y preserva. Si fue Mirra mujer, ya es mirra yerba. Entre los brazos ramas, busca el infante el pecho, y, en vez de él, halla rústica corteza; pero imperiosas llamas de amor, que siempre han hecho mayor efecto en la mayor belleza, mostrar la fortaleza de su poder pretenden, pues, niño Adonis, en su vista encienden la misma Venus, que a sentir empieza, cuando deidad blasona, que amor su misma madre no perdona; pues que recién nacido querer no sabe Adonis y es querido. Prodigio es portentoso enamorar gorjeos, que apenas tienen ser y ya dan penas; mas era tan hermoso que ocasionó deseos
a quien del mar espuma burló arenas; crióle en las amenas delicias intrincadas de Chipre y de sus selvas que, pobladas de madreselva, rosas y azucenas, sin preservar ninguna, cama le mullen y le mecen cuna, y con leche sabrosa de una cierva, esta vez sólo piadosa, crecen entre las flores él en los días, ella en los amores. Ya Adonis de la infancia pasaba a la puericia, y ya doraba en él la adolescencia bozos a la arrogancia, arnés a la milicia, flechas a la deidad, toda violencia, cuando con la asistencia del joven, sucesiva por tantos lustros, desde niño viva, es Venus del amor la quinta esencia, y en su fogosa lumbre, (como es naturaleza la costumbre) cuando sin él se mira, ni vive, ni descansa, ni respira. Del néctar olvidada, ni la ambrosía la mueve, ni afecta cielos, ni en sus luces fía, porque en él transformada espíritus le bebe, que al néctar antepone y ambrosía; amor hidropesía, bebiendo, aumenta sedes, y de Adonis los labios Ganimedes, gentilhombres de copa, alientos cría; prodigio es que sazone una sed, otra sed, y la ocasione; mas como firme sea, quien más ama y más goza, más desea. Los ratos que embaraza la juventud traviesa en Adonis el tiempo que la sisa, y por el monte a caza la fugitiva presa sigue oficioso, que el lebrel le avisa, no corre él tan aprisa, como ella aprisa llora, y como tras Menmón la blanca aurora, impidiéndole el paso, así le avisa: «Tragedias ocasiona, quien, racional, con brutos proporciona acciones militares,
sin comparar afectos a pesares. Ya que las castas selvas profanes a su diosa, ni risco, temas, ni perdones cumbre, adviértote que vuelvas con presa temerosa, que quiete mi temor su mansedumbre; la natural costumbre del joven ejercicio, que de virtud, si es mucho, pasa a vicio, y en mí si en ti es deleite es pesadumbre, tus vitorias celebre, ya en el ciervo ramoso, ya en la liebre, de suerte que, al correllos, ellos huyan de ti, no tú huyas de ellos; pues si tus fuerzas mides, más que el ánimo, vencen los ardides. Los lobos salteadores, los osos mal formados, los leones carnívoros te vedo, no des a mis amores, con fúnebres cuidados, mal logros tristes que me anuncia el miedo; mas si tirar no puedo la rienda a tu apetito y te enojas por ver que te limito tanto peligro, yo te lo concedo, con tal, si a ésta te obligas, que, siguiéndolos todos, jamás sigas al jabalí impaciente, presagio de mis lágrimas su diente. Una fiera entre tantas, idolatrado mío, te niega sola quien tu amor conjura; persigue a las que espantas, no a las que muestran brío, que audacia, contra audacia, no es segura: ¡Ay de quién aventura!, que en tu infeliz impresa, cazador, de la caza has de ser presa, y de un bruto, trofeo tu hermosura. Ojalá que me amaras, de modo que jamás te me ausentaras, mas ¡ay suerte severa! que a Venus antepones una fiera». Ansí daba consejos la diva enamorada, a la incauta ocasión de sus enojos, cuando asomó de lejos en fiera transformada la sospecha de Marte, llena de ojos; usúrpale despojos
Adonis, ya adquiridos, de Vulcano y Apolo perseguidos, afrenta de la red sus rayos rojos, y costándole tanto, que celos le atormenten no me espanto, pues si de raya pasan, más al amante que al esposo abrasan. No sufren los lebreles, que estorbe la traílla lances do inclinaciones tan opuestas despedazan cordeles, y rota cada hebilla, atajan valles y trasponen cuestas; Venus, que las funestas tragedias ve cercanas, abrazada con él, lágrimas vanas le intima, que si no le son molestas, bastantes son tampoco a refrenar el ímpetu que, loco, su perdición destina, al bien rebelde cuando el mal se inclina. Aljófares desprecia, desembaraza abrazos, sordo a suspiros, desdeñoso a voces, y porque llore Grecia mal logro de sus brazos, la muerte hace sus pasos más veloces; Marte, que con atroces hazañas se eterniza, trofeos a sus celos soleniza. Tente, intrépido joven, no destroces, vengando a la fortuna, dos almas que incorpora amor en una; no es jabalí el que baja, flechas las púas, el marfil navaja, el dios sí, en sangre tinto, severo alcaide del alcázar quinto. En círculo le ciñe la turba ladradora, ya campo de armas la floresta verde, pero tan diestra riñe la bestia vengadora, que en sangre paga el que sus cerdas muerde; Venus que el tiempo pierde en excusarle enojos, volando tras su Adonis con los ojos, con el alma le avisa que se acuerde de presagios fatales; pero el que apresurando va sus males, consejos desestima, vientos atrasa y el venablo anima. Llega y, de siete, mira
reducidos a cuatro, cadáveres los tres, sus perros fieles; enciéndele la ira, y al verde anfiteatro volver jura mosquetas en claveles; provoca los lebreles, y en la derecha planta cargado el cuerpo, el otro pie levanta, (digna postura de animar pinceles). Tonante es, que fulmina rayo el furor, en vez de jabalina, a no errar, codicioso, valiente el tiro, pero no dichoso. Hurtóle el cuerpo el bruto, ¿qué mucho si le adiestra la bélica deidad del quinto cielo? y viendo el poco fruto del golpe, Adonis muestra mejillas, si antes grana, agora yelo; retírale el recelo de verse desarmado; pero Marte, en la fiera transformado, cometa es que le sigue, el paso vuelo; huye el que perseguía, persigue agora el que primero huía, mas el correr, ¿qué importa, si sacre la venganza, vientos corta? Cedió a fatal violencia la juventud briosa, cedió amor a los celos, sus bastardos, cayó la adolescencia, que apenas se vio rosa y, ya lirio, pimpollos brota pardos; llegaron, aunque tardos, a hacer los escarmientos cuerda a la juventud, cuyos alientos mil veces malograron los gallardos ímpetus juveniles; florecen los abriles, sopla el Bóreas enjuto, y el almendro, que aborta en flor el fruto, enseña castigado al prudente moral razón de estado. Abrió el marfil buido, puerta a la muerte franca, que, en fe de reina, en púrpura teñida, prestó su colorido a la amapola blanca su rosicler, recuerdos de su herida; Venus, con media vida, perdida la otra media, presume, por correr, que la remedia;
pero huyendo la bestia adonicida, al paso que más corre, sintiendo penas más, menos socorre; que el mal en todo amante, menos aflige, cuanto más distante. Desnudo el pie de nieve, carrera presurosa, las plantas, donde el alma está, encamina; sacrílega se atreve, (sospecho que envidiosa) de la rosa, hasta allí blanca, una espina; para quedar divina, divina sangre vierte, con que el candor en rosicler convierte, medio ya entre jazmín y clavellina; dichoso sacrilegio, que ganó entre las flores privilegio de ser, puesto que bellas, ella su emperatriz, sus damas ellas. Violetas con claveles, mezcló amor en los labios de Adonis y de Venus lastimosa; no hay plumas ni pinceles, que pinten los agravios, que a Marte intima la ofendida hermosa. Pondere la amorosa pasión, qué tal sería lo que Venus entonces sentiría, dios el dolor, como su dueño diosa; que yo aquí reverencio los hipérboles mudos del silencio. No a fuer del ave santa, que al túmulo, antes nido, agrega aromas que el oriente espira, Mauseolos levanta que injurien al olvido, ni a holocaustos de amor consagra pira: sembrado el campo mira de lechugas, y entre ellas quiere Venus probar si las centellas que en el cadáver aún vivir admira apagan sus ardores, que, como su frialdad entibia amores, recela que no basta a amor tan firme compañía tan casta. Aquí sepulcro apresta la diva enamorada, para el amante que aún difunto adora; aquí le manifiesta a cuantos malograda su muerte compadece; aquí le llora quien, tierna protectora
de su pasión, desea la diosa que con llantos lisonjea, hasta que resucite con la aurora Adonis, que eterniza sus llamas, semidiós, no ya ceniza, estrella sí, en la parte que ni se esconde al sol, ni teme a Marte».
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✅ Grandes frases de Vicente Blasco Ibáñez ✅

- Prefiero equivocarme yendo en busca de novedad, a conseguir aciertos fáciles, que muchas veces no son mas que simples repeticiones de triunfos anteriores.
- Tenemos dos fuerzas que nos ayudan a vivir: el olvido y la esperanza.
- El pobre que se resigna con su suerte y no busca hacerse rico, sea como sea, a las buenas o las malas, es un cobarde o un inútil, y no puede convertir su vileza en un mérito.
- Cuando se viaja se abandonan las ciudades, por gratas que sean, con un sentimiento de alegría. Es la curiosidad que se despierta de nuevo, el instinto ancestral de cambio y movimiento, que llevamos en nosotros como herencia de nuestros remotísimos abuelos, nómadas incansables del mundo prehistórico ¿Qué habrá más allá? ¿Qué nos espera en la próxima etapa?
- La verdadera bondad consiste en ser crueles, porque así, el enemigo, aterrorizado, se entrega más pronto y el mundo sufre menos.
- La vejez se consuela dando buenos consejos por no poder dar ya buenos ejemplos.
- Tenemos dos fuerzas que nos ayudan a vivir: el olvido y la esperanza.
- La caridad es el medio de entretener la pobreza, de fomentarla, de perpetuarla.

- La tristeza ablanda el ánimo y hace buscar como una sombra refrescante la amistad de los humildes.
- El amor es como el talento o la belleza o la fortuna una dicha especial que sólo disfrutan contadísimos privilegiados.
- La civilización es el afinamiento del espíritu, el respeto al semejante, la tolerancia de la opinión ajena, la suavidad de las costumbres.
- La humanidad, que desprecia la salud mientras la posee, guarda su fe más ciega para los que la consuelan y entretienen en la gran cobardía de la dolencia.
- Las revoluciones no se miden por los dolores que originan, sino por los nuevos beneficios que aportan al bienestar y la libertad de los humanos.
- Si la ociosidad es un vicio en los pobres, ¿por qué aparece entre los ricos como un signo de distinción y hasta de elevación de espíritu?
- La música es para mí la más grata de las artes. Entiendo poco de ella, pero la siento.
- La juventud es la edad de los sacrificios desinteresados, de la ausencia de egoísmo, de los excesos superfluos.
- Hay que olvidar lo pasado, ya que cuando lo vemos por segunda vez no se presenta con los mismos colores.
- El dolor es el agua que riega los jardines de la poesía y hace crecer sus árboles más lozanos.
- Sufrir sin quejarse es la única lección que debemos aprender en esta vida.
- La ciencia es una diosa cruel con los que se dedican a su servicio.
- Nuestra vida nunca es rectilínea ni la gobierna la lógica.
- Ningún pueblo del mundo merece con justicia el origen que ostenta.
- Donde un hombre hace su fortuna y constituye su familia, allí está su verdadera patria.
- Hay muchos que producen novelas porque cuando ellos nacieron ya las habían escrito otros. Si al venir a la vida no hubiesen encontrado libros, nunca se les hubiese ocurrido escribirlos. Yo, en cambio, tengo la certeza de que al nacer en un país salvaje, sin literatura, sin novelas, sin lenguaje escrito, habría hecho por las mañanas varias leguas de marcha para llegar a la cabaña del vecino más próximo y decirle: «Compañero, vengo a contarle una historia muy interesante que se me ocurrió anoche…» Yo he nacido para contar historias. Siento la necesidad de crear novelas, tan imperiosamente como necesito comer y beber..
- La rueda es el símbolo de la vida. Creemos avanzar cuando nos movemos, y cuando la rueda da la vuelta completa, nos encontramos en el mismo sitio.
- Yo soy un hombre que vive, y además, cuando le queda tiempo para ello, escribe.
- La humanidad posee una fuerza de adaptación que le permite amoldarse a todo para continuar subsistiendo.
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Frases de Luis Eduardo Aute
- A día de hoy podría decir que no sé de dónde vengo ni a dónde voy.
- El artista es un loco que, quizá, tiene un nivel de lucidez mayor que el resto de personas, ya que ha encontrado la forma de exorcizar sus fantasmas personales a través de la creación.
- El paso del tiempo, por pura necesidad de supervivencia, nos convierte en los verdugos de nosotros mismos.
- En mi matrimonio ha habido todo tipo de altibajos, separaciones y reencuentros. Pero con mi mujer es con la persona con la que mejor me peleo.
- El siglo XX ha sido de los peores. Parecía impregnado de civilización, ya se habían hecho la Revolución Francesa y la Ilustración, se suponía que el mundo estaba encauzado hacia una convivencia más civil y ha sido el siglo más salvaje.
- Según me hago mayor, involuntariamente tiendo a recuperar memorias, partes que he vivido. No me inquieta si es doloroso o feliz, pero sí la tendencia involuntaria a usar el retrovisor con nostalgia, eso es lo más grave.
- Uno por pura supervivencia va convirtiéndose en un monstruo. Nos vamos monstruorizando, no existe el verbo, pero…
- El mundo es todo, está configurado por basuras, por belleza; es un amalgama de todo tipo de elementos, lo que pasa es que hay una inconsciencia cada vez mayor que aproxima al ser humano más a la estupidez que a la inteligencia, y no sé por qué, siendo un mundo absolutamente fascinante, un universo fabuloso, la vida es un milagro… No entiendo ese empeño en destruir la belleza del espacio que nos ha tocado habitar. El mundo es y será una porquería, pero aún quedan restos de belleza por ahí dispersos.
- «España de mis amores, cuánto te odio«. Esa simple frase responde a la sensación que tengo cuando pienso en este país precioso, bellísimo, riquísimo, multicultural, con una historia tan larga… pero sin cultura. Y lo que es peor: muy especializado en devorar a sus mejores hijos.
- Quizá la clave para ser realmente libre sea reír cuando puedas y llorar cuando lo necesites.
- Una sociedad inculta es una sociedad que tiende a la barbarie directamente; en ese sentido, la cultura tiene una importancia enorme. Pero no la del entretenimiento, la de las películas de espías en el Pentágono. Me refiero a la que, desde un poso educativo, abre las puertas a la reflexión o provoca un sentimiento o una emoción.

- Mis canciones no son estrictamente autobiográficas, pero son canciones muy subjetivas relacionadas con mi manera de ver las cosas.
- ¿Pensadores que hayan sido referentes? Vamos a los orígenes. Heráclito, que lo descubre todo o casi todo. Anaximandro, Platón y otros cuantos, pero para nombrar a alguien más próximo, alguien que ha ejercido y sigue ejerciendo en mí una gran atracción: Unamuno. Con todas sus contradicciones, con todos sus agujeros, con todas sus luces y sus sombras, me siento muy identificado con sus argumentos. Tengo mucha curiosidad por la filosofía, no soy erudito, creo que tampoco hace falta serlo, pienso que la filosofía te tiene que provocar la construcción de un criterio propio, aprendiendo evidentemente lo que han pensado unos y otros, pero el fin es que tú articules una propia perspectiva de la realidad que te ha tocado vivir
- Decir espera es un crimen, decir mañana es igual que matar, ayer de nada nos sirve, las cicatrices no ayudan a andar.
- Por momentos desearía presentar mi renuncia irrevocable a ser adulto.
- Lo que nos distingue de las bestias es que nos contradecimos. El ser humano es capaz de contradecirse, mentir, engañar y matar al otro no por supervivencia sino por perversión. Solamente de la contradicción surge el pensamiento. Ningún pensamiento surge si no hay reflexión, ese acto de mirarte en el espejo. La contradicción es esencial.
- Mientras quede un ser humano que considere a los demás como seres humanos y no como material negociable, el mundo puede tomar otro derrotero.
- Por una cuestión de tiempo me siento más cómodo con la pintura. Es una actividad relajante. Escribir canciones es más complejo. Hay que someterse a las reglas del juego. Hay que contar algo en tres o cuatro minutos, métricas, rimas, pies forzados. En cambio, cuando pinto duermo como un angelito.
- Pienso que si perdemos la curiosidad no hay nada; no hay reflexión y, por tanto, no hay conocimiento y no hay ninguna posibilidad de saber, de llegar al final de algo. Sin curiosidad, directamente no estás vivo.
- El aficionado taurino de verdad debe hablar poco de toros e ir a disfrutar la magia, tan bella como trágica.
- La mayor riqueza que tiene un país es la cultura, eso lo hace más libre. Un país será más libre en cuanto sea más culto. Es difícil que exista un país culto que se haya sometido a una tiranía. Yo creo que es la gran riqueza del colectivo humano, la cultura, pues es lo que lo diferencia de las bestias. Es el deseo de conocimiento.
- Creo que el paso del tiempo deja sus huellas en el mar. No es el mismo mar el que ves cuando eres niño que el que ves cuando tienen unos cuantos años; no lo ves con los mismos ojos.
- Con el paso del tiempo nos hacemos más escépticos, adquirimos una mayor capacidad para negar cualquier tipo de interpretación de la realidad. Vivimos con menos pasión, pero con más intensidad.
- Como todos en estos tiempos, me da rabia la estupidez del ser humano, la incapacidad del ser humano de ser humano en vez de una mala bestia… Creo que a lo largo de la vida vamos matando poco a poco al niño que fuimos por pura supervivencia; vivimos en una jungla, y la jungla te obliga a ser perverso, mala gente y cínico para poder sobrevivir. Somos verdugos de nosotros mismos.
- El capitalismo es un sistema construido sobre la corrupción, eso no quiere decir que en otros sistemas no haya personas corruptas, pero el capitalismo es un sistema corrupto en sí mismo.
- Me he educado con dos conceptos de la sensualidad completamente contrapuestos en la cabeza. En Filipinas, país tropical, está a flor de piel, y mi familia, que era muy liberal, entendía que el desnudo es un arte. Y luego, los curas en el colegio se pasaban el día tratando de sabotear los instintos sexuales naturales y consideraban que todo desnudo era pecado. De esa fricción entre algo que para unos era terrible y para otros maravilloso algo debió de salir.
- Dibujar es la mejor terapia para cualquier tipo de problema mental, dibujar es una medicina barata, divertida y que cura más.
- Hayas aprendido lo que hayas aprendido, en la dirección en que tu curiosidad te haya querido llevar, llega un momento en la vida de cada uno de nosotros en el que te dicen que eso ya no vale para nada. Que tienes que ser un hijo de puta, intentar machacar al otro, destacar, ser rico, triunfador. Eso para mí es la necedad. ¿Qué tiene que ver eso con la vida? La vida no es eso, es otra cosa muy distinta. Es ser competente antes que competitivo. Es la necedad, no saber qué es el ser humano, la que nos ha llevado a este delirio de la economía que está en manos de terroristas financieros que tienen tanto dinero y tanto poder que quieren directamente comprar el mundo, aunque, para ello, tengan que arruinarlo antes.
- Esto que hago no lo considero trabajo: escribir, hacer canciones o pintar, dibujar, hacer películas. No lo considero trabajo: es vida. Es mi modo de vida, es que si no es así, no sabría qué hacer.

- El amor y el odio marchan de la mano, son parte de la misma cosa. La antítesis del amor no es el odio… es la indiferencia.
- La necesidad de ver el horizonte, de ver un poco más allá, es lo que nos salva. Y creo que está en todos nosotros.
- La mentira es necesaria para la supervivencia.
- Las manos son el primer lenguaje, se podría contar una historia sólo con los gestos de las manos, ahí está la utilización que hacen de las manos los sordomudos, que es un bellísimo ballet de dedos.
- La utopía ha muerto, viva la autopía.
- Lo peor que se puede perder es el tiempo.
- La vida es una gran carcajada. Esa gran carcajada, para mí es la imagen de El grito de Munch, que puede ser tanto grito de pavor como gran carcajada frente a la realidad.
- El encuentro pasional entre dos personas es siempre un duelo en el que la mayoría de las veces se intenta la búsqueda del placer. Dos cuerpos amándose me recuerdan siempre un combate violento y tierno a la búsqueda de ese placer.
- El universo es un estado de excepción.

Breve biografía de Luis Eduardo Aute
Luis Eduardo Aute nació en Manila el 13 de septiembre de 1943. Su padre, español de Barcelona, viajó a trabajar allí para una compañía tabacalera en 1919 y se casó con una filipina.
En su infancia, Aute estudió en la Escuela De La Salle, donde aprendió inglés y tagalo, idioma habitual en el seno de su familia. A edad temprana, mostró una habilidad inusual como pintor y dibujante. Otra pasión de la infancia fue el cine; Su interés en el cine fue alentado por sus padres, que le regalaron una cámara de 8 mm, que utilizó para producir películas caseras con sus amigos.
A los ocho años, hizo su primer viaje a España. En Madrid, cantó por primera vez en público con la orquesta del Hotel Avenida, interpretando la canción «Las hojas muertas».
A la temprana edad de 9 años empezó a escribir sus primeros poemas en inglés.
Su primera gran influencia cinematográfica de infancia fue la película Niágara, donde descubrió el erotismo y la sensualidad de Marilyn Monroe.
En 1954, después de una corta estancia en Barcelona, Aute regresó definitivamente a Madrid, donde estudió en el Colegio Nuestra Señora de las Maravillas. A los 15 años, con una guitarra recibida como regalo de cumpleaños, actuó en una fiesta de fin de curso, junto a dos amigos.
Aunque le gustaba la música, el arte siguió siendo su principal pasión. Durante estos primeros años estuvo fuertemente influenciado por el expresionismo alemán y dedicó la mayor parte de su tiempo a la pintura, ganando una medalla de plata en un concurso de arte juvenil español.

Inicialmente quiso ser arquitecto, pero dejó la escuela casi de inmediato para cursar música, arte y cine.
También escribió guiones y varios cuentos de ciencia ficción.
Aute pasó más de un año en Francia, trabajando principalmente en cine. Uno de sus primeros trabajos fue trabajar como traductor y segundo asistente para la película Cleopatra.
A su vuelta a España pasaría por diferentes grupos de rock hasta establecerse por solitario al mismo tiempo que cursaba estudios superiores.
Compuso sus primeros temas y los ofreció a otros artistas (Rosas en el mar, Massiel, por ejemplo), hasta que fue convencido para grabarlas él mismo, dando comienzo a una larga y fecunda carrera musical en solitario que duró toda su vida al tiempo que la compaginaba con su faceta de poeta, pintor, compositor y cineasta.
Luis Eduardo Aute falleció en Madrid el 4 de abril de 2020.

Rosas en el mar – Luis Eduardo Aute
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✅ Leonardo da Vinci
Leonardo da Vinci nació en abril de 1452 fue un genio italiano del Renacimiento cuyas áreas de interés incluían invención, dibujo, pintura, escultura, arquitectura, ciencia, música, matemáticas, ingeniería, literatura, anatomía, geología, astronomía, botánica, paleontología y cartografía.
Es ampliamente considerado como uno de los pintores más grandes de todos los tiempos a pesar de que solo quince de sus pinturas han sobrevivido.
Nacido fuera del matrimonio de un notario, Piero da Vinci, y una mujer campesina, Caterina, en Vinci, en la región de Florencia, Italia, Leonardo se educó en el estudio del reconocido pintor italiano Andrea del Verrocchio. Gran parte de su vida laboral anterior la pasó al servicio de Ludovico il Moro en Milán, y más tarde trabajó en Roma, Bolonia y Venecia.
Pasó sus últimos tres años en Francia, donde murió en 1519.
Leonardo da Vinci también cultivó el arte de la escritura legando diversas fábulas. A continuación recopilamos algunas de ellas.

✅ Fábulas de Leonardo da Vinci ✅
✅ El pavo real ✅
El campesino partió, después de cerrar la puerta del cercado.
Esperaba volver pronto, pero pasaron los días sin que se dejase ver. Los animales del corral tenían hambre y sed: ni siquiera el gallo cantaba ya. Estaban todos quietos, para no consumir las fuerzas, bajo la sombra de una planta.
Solamente el pavo real, también aquel día, se levantó vacilante sobre sus patas, abrió el abanico de su gran cola multicolor y comenzó a pasear de arriba abajo. -Mamá -preguntó una gallinita flaca a la clueca-, ¿Por qué el pavo real hace la rueda cada día?
-Porque es vanidoso, hija mía, y la presunción es un vicio que sólo desaparece con la muerte.
✅ Fábulas de Leonardo da Vinci ✅
✅ El castaño y la higuera ✅
Un viejo castaño vio un día a un hombre subido en una higuera. El hombre atraía hacia él las ramas, arrancaba los frutos y uno detrás de otro se los ponía en la boca, deshaciéndolos con sus duros dientes.
El castaño, con un largo murmullo de hojarasca, dijo:
-¡Oh, higuera, cuánto menos debes que yo a la madre naturaleza! ¿Ves cómo me ha hecho? ¡Qué bien ha protegido y ordenado mis dulces hijos, al vestirlos primero con una camisa sutil, sobre la cual ha puesto una chaqueta de piel dura y forrada! Y no contenta con haberme hecho tanto bien, ha construido para ellos una cubierta sólida y encima ha plantado muchas aguzadas espinas para defenderlos de las manos del hombre.
Un higo, al oír esto, se echó a reír y después de haber reído mucho dijo:
Higuera. ¿pero tú conoces al hombre? Tiene tal ingenio que de todos modos se llevará todos tus frutos. Armado de pértigas, de palos, de piedras, sacudirá tus ramas, hará caer tus frutos y cuando estén caídos los pisoteará o los aplastará con las piedras para sacarlos de la cáscara tan erizada de espinas, y tus hijitos saldrán de ella maltrechos, rotos y estropeados.
En cambio, yo soy tratado con delicadeza, ya que únicamente me tocan con las manos.
✅ El ratón, la comadreja y la gata ✅
Cierta mañana quiso un ratón salir de su agujero pero, como era precavido, antes de nada dirigió un vistazo por los alrededores.
¡De buena había escapado, gracias a su previsión!
¡Caramba, la comadreja a dos pasos de aquí! –exclamó-. Esperaré a que se marche, no vaya a servirle de almuerzo.
De repente llegó la gata gris con aire goloso y sin dar tiempo a la comadreja para escapar, saltó sobre su lomo, la apresó con los dientes y empezó a devorarla.
¡Vaya…! Estoy de suerte -murmuró el incauto ratoncillo-. Ahora ya puedo tranquilamente ir a dar un paseíto.
Y avanzó tan alegre y descuidado, moviendo con énfasis la cola. Pero su libertad apenas duró un instante, ya que el pobre la perdió, juntamente con la vida, entre los dientes de la insaciable gata gris.
✅ La navaja de afeitar ✅
Saliéndose un día la hoja de afeitar de su mango, que le sirve también de estuche, y habiéndose expuesto al sol, lo vio reflejado en su cuerpo, de lo que se envaneció grandemente y volviendo atrás su pensamiento, exclamó:
– ¿Volveré jamás a la tienda de donde acabo de salir? No, a buen seguro. ¡Dios no permita que tan espléndida belleza caiga en tan vil tentación! ¡Qué locura sería la de ir a rapar las enjabonadas barbas de rústicos aldeanos y ocuparme de mecánicos trabajos! ¿Convienen a este cuerpo semejantes ejercicios? Ciertamente, no. Prefiero esconderme en algún lugar secreto y pasar allí una vida de tranquilo reposo.
Y en efecto, pasó unos cuantos meses oculta; pero vuelta al aire libre, al salir de su mango, se vio convertida en algo semejante a una herrumbrosa sierra, e incapaz ya de reflejar en su superficie al sol resplandeciente. Con inútil arrepentimiento lamentó en vano el daño irreparable, diciendo para sí:
– ¡Oh, cuánto mejor fuera ejercitar en manos del barbero, mi tan agudo filo, ahora perdido! ¿Dónde está mi lustrosa apariencia? ¡La odiosa y fea herrumbre la ha destruido!

✅ Fábulas de Leonardo da Vinci ✅
✅ Las grullas ✅
El rey era bueno, pero tenía muchos enemigos. Las grullas, fieles y leales, estaban preocupados por él. Era posible, especialmente de noche, que el enemigo rodease el palacio para apoderarse del soberano.
-¿Qué haremos?- se preguntaron-.
Los soldados, en vez de hacer guardia, se duermen; los perros, siempre de caza y siempre cansados, no se enteran de nada.
A nosotras toca vigilar el palacio y hacer dormir sueños tranquilos a nuestro rey.
Y así, las grullas decidieron trasformarse en centinelas, asignándose a cada cual una zona con tonos regulares de guardia.
El grupo más numeroso se distribuyo por el prado que rodeaba el palacio; otro grupo fue situándose ante todas las puertas de entrada; el tercero decidió apostarse en la cámara del rey para verlo mas de cerca.
–¿Y si nos vence el sueño?—preguntaron algunas.
-Contra el sueño –respondió la grulla más anciana-emplearemos este remedio.
Todas sostendremos una piedra con la pata que tenemos alzada cuando estamos firmes. Si alguna de nosotras se durmiera, la piedra al caer, con su ruido la despertaría.
Desde aquel día, las grullas se relevan cada dos horas, para dar guardia al rey. Y ninguna, todavía, ha dejado caer la piedra.
✅ El lobo que se hizo justicia ✅
Una noche oscura y quieta, solitaria y fría, el lobo salió del bosque atraído por cierto olorcillo delicioso.
Mientras caminaba con toda cautela, se dijo:
Diantres, Eso que percibo no puede ser sino aroma de rebaño. ¡Pues no sé yo nada de estas cosas!
Y siguió adelante con sigiloso cuidado para no mover ni una brizna de hierba, a fuerza de medir cada uno de sus pasos. Antes de posar sus patas lo pensaba bastante, ya que el menor ruido podía despertar al perrazo que cuidaba del rebaño.
A pesar de tanta precaución, izas!, pisó una tabla; ésta se movió y más allá ladró el perro.
El lobo se vio en la necesidad de alejarse. Por esta vez se había quedado sin banquete. Entonces, severo consigo mismo, levantó una pata, la culpable del desaguisado y se mordió hasta hacerse sangre.
✅ La ostra y el cangrejo ✅
Una ostra estaba enamorada de la luna.
Cuando en el cielo resplandecía la luna llena, se pasaba las horas con las valvas abiertas, mirándola.
Un cangrejo, desde su puesto de observación, se dio cuenta de que la ostra se abría completamente en el plenilunio, y pensó comérsela.
La noche siguiente, cuando la ostra se abrió de nuevo, el cangrejo le echo dentro una piedrecilla.
La ostra, al instante intento cerrarse, pero el guijarro se lo impidió.
Así sucede a quien abre la boca para decir un secreto: que siempre hay un oído que lo apresa.
✅ El armiño ✅
En un verde sendero de la montaña estaba comiendo un zorro, cuando pasó junto a él un armiño.
¿Gustas? – dijo el zorro, que ya estaba satisfecho.
Gracias, pero ya he comido -replicó el armiño.
Al zorro le dio mucha risa.
¡Ja! ja! Vosotros, los armiños, sois los animales más comedidos del mundo Coméis una sola vez al día y preferís ayunar antes que mancharon vuestros blancos vestidos.
En aquel momento llegaron los cazadores. Como un rayo, el zorro se refugió bajo tierra. Menos rápido que aquél, el armiño corrió hacia su madriguera.
Pero el sol había fundido la nieve, y la madriguera estaba inundada. Titubeó el armiño, poco deseoso de ensuciarse con el fango, y se detuvo.
Los cazadores le eligieron por blanco y sonaron los disparos.

✅ El ibis ✅
Aquel desenfrenado ibis, ahora que había aprendido a correr y a volar, no paraba jamás. Siempre estaba buscando alimentos y comía ávidamente todo lo que encontraba, sin discernimiento ni medida.
Una mañana, sin embargo, el joven ibis se quedo en el nido: tenia fiebre y le dolía mucho la panza.
Su mama, asustada, corrió inmediatamente hacia él; lo miro, lo toco con el pico y las patas, y luego le dijo:
–Ya lo comprendo. Has comido alguna cosa que no debiste, porque eres un tragón, y ahora te a hecho daño.
Dicho esto, la mamá se fue al estanque y se lleno el buche de agua. Cuando regreso al nido dijo al hijo: –Date vuelta.
Y con su largo pico le puso una lavativa.
✅ La planta y el palo ✅
Una linda planta, que se erguía airosa levantando orgullosamente al cielo su penacho de hojas tiernas, soportaba con disgusto la presencia junto a ella de un palo seco, derecho y viejo.
Palo -se impacientó la planta-, te tengo demasiado cerca. ¿No podrías irte un poco más allá?
El palo se hizo el sordo para no replicar.
Entonces la planta se dirigió al seto de zarzas que la rodeaba y dijo:
Seto, ¿no podrías marcharte a cualquier otro lugar?. Me molestas.
El seto fingió no oír y callado siguió.
Pero un lagarto que reptaba por allí, levantó su cabecita y, mirando con sorna a la planta, dijo:
Bella planta, ¿no has comprendido que debes al palo el poder estar derecha? Y en cuanto al seto, ¿todavía no te has dado cuenta de que está protegiéndote contra las malas compañías?
✅ La leona ✅
Los cazadores, armados de lanzas y de agudos venablos, se acercaban silenciosamente. La leona, que estaba amamantando a sus hijitos, sintió el olor y advirtió enseguida el peligro.
Pero ya era demasiado tarde: los cazadores estaban ante ella dispuestos a herirla.
A la vista de aquellas armas, la leona, aterrada, quiso escapar, pero pensó que si huía dejaría a sus hijos en manos de los cazadores. Por lo tanto, decidida a defenderlos, bajo la mirada para no ver las amenazadoras puntas de aquellos hierros que la aterraban y dando un salto desesperado se lanzo sobre los cazadores, poniéndolos en fuga.
Su extraordinario coraje la salvo.
✅ La lengua y los dientes ✅
Érase un muchacho tan parlanchín que todos decían de él: «Ese habla más de la cuenta».
- ¡Qué lengua! -suspiraron un día los dientes-. No está quieta jamás.
- ¿Qué estáis murmurando? Debíais ya de saber, dientes, que vuestra única obligación es masticar lo que como. Entre nosotros no hay nada en común. ¡Ocupaos de vuestros asuntos!
Y el muchacho seguía hablando de cosas que no venían a cuento y la lengua, feliz, hallaba palabras nuevas.
Hasta que un día el muchacho, después de haber cometido una necedad, permitió a la lengua decir una gran mentira. Y los dientes, obedientes a la voz de la justicia, se dispararon a un tiempo y la mordieron.
La lengua enrojeció de sangre y el muchacho de vergüenza. Aquélla, escarmentada, se volvió temerosa y prudente.
✅ El toro ✅
Un toro en libertad hacía estragos en los rebaños y las vacadas. Los pastores ya no se atrevían a llevar los animales al prado por culpa de aquella bestia salvaje que se presentaba inopinadamente, embistiendo con la cabeza baja, para ensartar con los cuernos todo lo que encontraba.
Los pastores, sin embargo, sabían que el toro odiaba el color rojo; así que, un día, decidieron tenderle una trampa.
Forraron el tronco de un árbol grande con tela roja y luego se escondieron. El toro, resoplando por las narices, no se hizo esperar mucho.
Viendo aquel tronco rojo, bajó la cabeza y se arrancó; y, con gran estruendo, clavó los cuernos en el árbol, quedando aprisionado.
Y los pastores lo mataron.
✅ La mona y el pajarito ✅
Cierto día de verano, una monita joven que iba de rama en rama, descubrió un nido. Más contenta que unas pascuas, alargó la mano. Y los pajarillos, que sabían volar, huyeron a la desbandada. Todos, menos uno, el más chiquitín.
Nuestra mona, con mil cabriolas de alegría, se apoderó del pajarito, con el que se dirigió a su casa.
La pobre avecilla era suave, tibia, blanda, delicada. La monita se extasiaba besuqueándola, acariciándola y apretándola contra su pecho.
Su madre la miraba sin decir nada.
- ¡Qué precioso pajarito! ¡Cuánto le quiero! – gritaba la mona, fuera de sí.
Y tantos fueron sus besos y apretujones, que la pobre avecilla murió asfixiada contra su pecho.
✅ El topo ✅
Un topo, bajo tierra, paseaba por las largas galerías que su familia había excavado y pulido en muchos años de trabajo.
Andaba de atrás adelante, subía a los pisos superiores, bajaba a las bodegas como si gozase de muy buena vista, aunque, como todos los topos, tenía los ojos pequeñitos y poca visión. Por fin enfiló un corredor desconocido y siguió caminando. -¿Detente! -gritó una voz desde el piso de abajo-. ¿Esta galería lleva afuera y es peligrosa!
El topo, sin hacer caso, continuó caminando hasta que se encontró dentro de un montón de tierra y estiércol todavía fresco.
Levantó el hocico hacia lo alto y se asomó, pero la luz sol, que brilló como un relámpago, lo mató.
✅ El vino y el borracho ✅
Cierta tarde de verano, un campesino, que había bebido más de la cuenta, ordenó a su mujer:
- ¡Hala, tráeme otra botella!
- Bueno, bueno, pero que conste que es la última -replicó ella al entregarle el vino-.
- ¡Y qué! -vociferó el campesino-. Quiero terminar con todo el vino que haya en la casa.
Y se marchó, vaciando vaso tras vaso, hasta dejar seca la botella.
Y he aquí que el vino, ofendido, trató de vengarse del bebedor.
Y cuando el campesino salía de la casa para tomar un poco de aire y calmar el ardor que se había adueñado de él, el vino se encargó de hacerle trastabillar las piernas, lanzándole de cabeza sobre un maloliente estercolero.
✅ La zorra y la urraca ✅
Un zorro hambriento dio en llegar un día bajo un árbol donde se había posado una bandada de bulliciosas urracas.
El zorro, escondido, comenzó a observarlas y se dio cuenta de que aquellas aves estaban buscando siempre que comer y ni si quiera tenían miedo de posarse y picotear sobre esqueletos de animales.
–Probemos—dijo para sí el zorro.
Despacio, despacio, sin que lo sintiesen, se tumbo, quedándose inmóvil, con la boca abierta como si estuviese muerto.
Poco después una urraca lo vio y enseguida se dejo caer del árbol.
Se acerco al zorro y, creyéndole muerto, comenzó a picotearle en la lengua.
Y así dejo la cabeza en la boca del zorro como un cepo.
✅ El vencejo ✅
La venceja, con gritos alegres y alborotados chillidos, había vuelto a su viejo nido.
Después de limpiarlo y arreglarlo, puso sus huevos. Después los incubo. Al fin, cuando ya hubieron nacidos sus hijos, comenzó a volar del nido al cielo y del cielo al nido, para alimentar a su numerosa familia.
En cambio, el vencejo volaba. Había volado durante los trabajos domésticos, después mientras ella empollaba, y volaba aún, todos lo días, del alba al crepúsculo, sin darse un instante de reposo.
-¿Por qué siempre estas volando? -le preguntaron un día.
-Porque a mi no me gusta trabajar –respondió.
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Aforismos y frases de José Luis Cuerda
- Albacete y Bombay son, creo yo, incomparables.
- Cuantitativamente la ignorancia supera con mucho a la sabiduría. Y se usa más.
- Me extraña que el canesú no tenga más apologistas.
- De noche se puede ver tanto como de día; pero hay que acercarse más.
- Tengo mis dudas y algunas tuyas también.
- Tu capacidad analítica aumenta si troceas la realidad y no te da hipo.
- Que Dios me perdone; pero a mí lo de la Santísima Trinidad me produce dudas. Y que no hace falta, creo yo.
- El ser humano, en general, sufre. Los tontos menos.
- Los guapos son guapos aposta. A mi que no me digan que lo son sin darse cuenta, sin querer.
- Las palabras de los poetas atesoran un huevo de plusvalía.
- No he creído nunca que el bocadillo de anchoas lo inventara Ortega y Gasset.
- Los bolsillos de los pantalones. Sus enigmas.
- Acabo de darme cuenta de que no me parezco nada a Justin Bieber. Ni de perfil, ni de frente, ni durmiendo. Nada.
- A primera vista un buey y una lagartija se parecen muy poco. Quizás en la mirada. No sé.
- No es verdad que Isla Mauricio quede a trasmano. Depende.
- Si vas por la vereda tropical te ponen música. Da gusto.
- Era muy meticuloso. Miraba muy fijamente y durante el tiempo que hiciera falta. Y no le importaba hacerlo en la oscuridad. Era un búho.
- Tan imprudente aventura terminaría dañando sus carcañales. ¿A dónde iría?
- A veces he pensado en la posibilidad de cambiar mi nombre por el de Encarni, pero a última hora me da no sé qué. ¿Tendría que afeitarme?
- Tuve el mundo en mis manos un ratito mientras tomaba un tentempié.
- Me pica la espalda como si el pasado quisiera llamar la atención.
- El culo y las témporas. Su relación si la hubiera.
- El ringorrango y la metafísica.
- El «conócete a ti mismo» de la mayeútica socrática no se refiere forzosamente a la masturbación.
- Si pasas del estreñimiento a la diarrea, la has cagao.
- En un lugar de La Mancha, cuyo nombre es Argamasilla, se portaron muy bien conmigo. Lo agradezco.
- Que las calvas sean tan evidentes por algo será.
- Te he encontrado. Qué maravilla. Eres un sofá. Y das saltos.
- La paradoja inguinal. Una aproximación.
- El famoso menisco de Polifemo se rompió sin saber porqué. Los historiadores no se ponen de acuerdo. Peor para ellos.

- La tinaja y/o la vida. Fábula jónica.
- La zozobra del tope inexacto.
- El roce hace la rozadura.
- Si me ofrecen el vizcondado de Mear y No Echar Gota, ¿lo acepto o no? Es una hipótesis de una deslumbrante hipóstasis que podría darme lustre.
- Dentro de casi todo hay algo que pudiera ser azul.
- Los coches de ahora tienen de todo; pero la mitad de las cosas no se comen.
- Comer torreznos con gachas a cascoporro no mejora la percepción de la música sinfónica. En contra de lo que se cree.
- Pasión a plazo fijo.
- Esto no es un día. Es un chafarrinón. Un riesgo.
- Si te sumerges en los conceptos más en boga hoy en día, sales escaldado o bogavante.
- Cervantes va diciendo que El Quijote es mejorable.
- Tener fe resta conocimiento. Está todo apagado.
- Ahora, que ya ha amanecido y se ha hecho de noche, las codornices siguen mareadas y a los tábanos no los veo. Algo está pasando.
- Todas las esquinas tienen un doble sentido.
- Uno de los problemas que tiene el elefante es que, por su constitución, no puede conducir autobuses escolares.
- Voy a ducharme otra vez vestido a ver si es que no lo he hecho bien.
- Pavor es la facultad que tiene el pavo de infundir terror cuando está en la tierra.
- La otra mañana me desperté en francés. Estuve muy educado.
- Los sueños de alquiler caducan antes.
- Los espejos son muy curiosos, se fijan mucho.
- La expresión gráfica de la teoría de la relatividad es un guirigay; pero se puede simplificar muy razonablemente: «Tampoco tanto».
- Con 71 años, si no eres maestro es que has desperdiciado la vida.
- Cuando soy otro me noto raro. Espero no profesionalizarme.
- Hoy fue ayer y puede o no ser mañana. Y la suma, mucha tontuna.
- Tan verdad es que todos los caminos llevan a Roma, como que llevan a Argamasilla De Alba.
- La acumulación de gases en las tripas es molesta casi siempre. Son cuescos retenidos. Y es mejor expulsarlos.

- Una semana intenté saltarme el lunes. Y me pegué un guarrazo de no te menees.
- Cuando naces en Albacete, como yo, naces para toda la vida.
- No veo yo claro lo del turrón de limonada. Ni es temporada.
- Los pies van más allá siempre.
- Ejemplo práctico de impertinencia: el flato.
- Las hemorroides. Una constelación poco estudiada.
- La fórmula trigonométrica del horizonte es disuasoria.
- Ahora se han empeñado en que el ornitorrinco se llame pschit.
- Un serrucho no se parece en nada a una oveja parturienta. Ni a una limosna.
- Un buen ejemplo para casi todo son los gatos. No así algunos peinados.
- Los ángulos son muy pegadizos.
- Donde esté un buen guiso que se pierda un pez a la plancha.
- Yo podría llamarme Ricardo, Alfonso, Olegario, Juanito, Aclespiodoto, Tesifonte, Liberato…
- Y, por supuesto, también, en la medida que sea posible, hay que tener en cuenta todo lo demás.
- Yo no me llamo ni Ricardo, ni Alfonso, ni Javier, ni Eusebio… Ni muchos nombres más. Olegario, por ejemplo. O Juanito.
- Tengo un plan B. Soy yo mismo; pero no lo digáis. Que no se entere nadie.
- El eructo en el diálogo de hoy. Y la tabarra.
- Los alrededores: Su razón de ser.
- El olfato y el sexo en las poblaciones de menos de 36.412 habitantes. Una aproximación.
- La evolución del ser humano ha sido espectacular, por ejemplo: nos peinamos.
- Treinta años después de terminar el rodaje de “Amanece, que no es poco” en Lietor, Molinicos y Ayna, un grupo de los que la hicimos afirmamos que nos hemos quedado más anchos que largos. De verdad. Entre los afirmantes: Saza, Resines, Cuerda, Gabino Diego…
- Poner todo patas arriba, coloca muchas cosas en su sitio.
- El estornudo y el hipo. Su relación, si la hubiere.
- El acabose empezó ayer a las tres y veinte de la tarde aproximadamente (Atribuido a Albert Einstein).
- Los elefantes adultos son raros: la trompa, los colmillos, el pene, algunas costumbres…
- Estoy harto de los festivos obligatorios. Los voy a poner donde mejor me vengan.
- Antes si que duraban las cosas. Un ejemplo: El Paleozoico.
- Los días nos matan. Incluso los festivos. Lo siento. En mis carnes.
- Los sinvergüenzas han encontrado en el XX su siglo.
- Ni todo, ni nada, ni siempre, ni nunca o, lo que es lo mismo, tampoco tanto. Segunda parte.
- Agradezco mucho que os preocupéis por mi salud. Como lo de caerse no es contagioso, os mando besos y abrazos.
- Yo no tengo nada claro que existan ni la nada ni la eternidad. Quizás el ir tirando. Y las alforjas.
- Cuando voy por la calle veo todo en relieve, en 3D. Por extraño que parezca.
- La tontuna ocupa lugar.
- Las personas a las que sigo es porque me han adelantado.
- Me inquieta la tentación recurrente de comer torreznos mientras escucho el canon de Pachelbel. Terminaré sabiendo por qué lo hago.
- Mejor volver a verte que verte volver.

- Es triste caer en la cuenta de que desayunar es simplemente el mecanismo por el que dejamos de estar en ayunas.
- Los mosquitos son las trompetillas del juicio final low cost.
- Se habla poco de la alfalfa.
- Laringitis es muy finolis, pero la mía es sinónimo de canallada atroz.
- La rana no consigue calzarse; pero tampoco me deja que le ayude. Dice que la humillo.
- No conozco a fondo el pensamiento político de Amílcar Barca; pero no me extrañaría que hoy en día se le echase de menos.
- Las conjunciones copulativas dan gusto.
- Los pelos de las orejas impiden que nos entren golondrinas. A mi no me ha entrado ni una.
- El tonto del haba. Su importancia estratégica hoy por hoy.
- Voy por la vereda tropical. O esa impresión me da. Mirad a ver.
- Cuando son las doce de la noche, en la cama, afirmo libre que, llegado el momento, no me importaría ser esparto y que me hicieran cesto.
- Lo habitual es que, quién habitualmente tenga hábitos, sea monje.
- Os voy a decir una cosa y espero que no se os olvide. Bueno, ya os la diré otro día, que tampoco es tan importante.
- 153.000 seguidores componen casi siempre una hiperrecua mostrenca.
- Cuando me dieron a mi el Nobel (no sé de qué) no se armó ningún revuelo. Menos mal.
- A partir de los 70 años, las cosas buenas que te pasan son un 24’6%. El resto son malas. Y una, pésima.
- Las pausas que hace la eternidad son un aburrimiento.
- Los ruidos de las calles son los apellidos de las ciudades.
- Venir a este mundo es un lío.
- «Me cago en el misterio», dice el guardia civil Saza, disparando al sol, que ha amanecido por el punto cardinal contrario.
- ¿Por qué el 73’9 % de las canciones de hoy no se cantan, se gritan?
- Yo no sé si tengo y llevo razón. Creo que razono.
- La libertad absoluta de, decidido el rumbo, decidida la velocidad, correr por el desierto, nos lleva, eso sí, a la imponente nada. Mira tú.
- Si alguien te dice que te quiere, pregúntale inmediatamente que para qué.
- La micción y la ubicuidad. Su relación si la hubiera.
- Los rubios tienen las ideas más claras.
- Con la vejez a cuestas ya no se vive, se sobrevive.
- El caso es que no me lo explico; pero lo peor es que no se el qué.
- Hay días que me siento tutti frutti y otros panceta.
- No es recomendable elegir como vehículo de transporte la montaña rusa. Termina cansando.
- Uno no se hace viejo. A uno lo caza la vejez.
- Los acantilados son una respuesta tan contundente como inquietante.
- Soy lo que soy aunque no me fijo si estoy o voy de paso.
- Muchas cosas que se dicen son toses.
- Medidme por las cosas que no tengo.
- Toda esquina encierra un enigma. Abre un mundo.
- Los secretos a la caída de la tarde adquieren una plusvalía injustificable casi siempre.
- Nacemos para toda la vida. Cada cual la suya, salvo error u omisión.
- Lo veo gravísimo; pero no me he fijado.
- Un futbolista coreano se llama Y lee Comentario: Hace bien.
- Te aplauden. O sea, cabalgas. Una pena que te robaran el coturno y el elocuente flautín.
- El bostezo es un estornudo a cámara lenta.
- El firmamento en su versión cubista resulta poco convincente.
- El taburete y el sofá. Consideraciones, si las hubiera.
- El elefante es risible como animal de compañía. Al menos eso opino yo.
- Je suis d’Albacete.
- Yo no iría a Marte ni de coña.
- «A este paso ni se muere padre, ni cenamos» (Atribuido a Jorge Manrique)
- Reconozco que fui yo el que invité al tigre; pero nunca imaginé hasta que punto serían excesivas sus zalamerías de animal servil.
- El ojo del culo, un punto de vista privilegiado.

- Lo primero que uno escribe son palotes, quizás lo último también.
- Probablemente sea sin querer, pero el estornudo se precipita.
- Andamos por si acaso.
- Cuidado con el TODO. Incluye su anulación.
- Dejen de darme la murga con la velocidad. Voy a Cieza.
- No estoy seguro de que sobren palabras; pero sí que lo estoy de que sobran números.
- «Me gustan los torreznos, muy fritos y crujientes, amigos de mis dientes, hermanos de tus senos» (Atribuido a G. Adolfo Becquer).
José Luis Cuerda

Jose Luis Cuerda
José Luis Cuerda Martínez nació en Albacete, España, el 18 de febrero de 1947.
Fue un director, guionista y productor de cine español.
Empezó a estudiar Derecho, pero lo dejó después de tres años y se convirtió en técnico de radiodifusión y televisión. En 1969 entró a trabajar en Televisión Española, realizando reportajes y documentales para los servicios informativos (durante cinco años realizó más de 500 reportajes y documentales). Entre 1985 y 1989 trabajó como profesor en la facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca.
Tras varios cortometrajes, en 1982 dirigió su primer largometraje, Padres y nones, que lo situaría en el ámbito de los directores que cultivan la llamada «comedia madrileña», de la que Fernando Colomo es otro de los representantes más importantes .

Su siguiente película El bosque animado (1987) inaugurará en su carrera una nueva etapa caracterizada por el que se puede denominar como «humor absurdo». Un año después apareció el trabajo que lo consagró como realizador: Amanece, que no es poco (1988). Con Así en el cielo como en la tierra (1995) se completó una especie de trilogía (con Total de 1985 abriéndola) con el humor absurdo como elemento común.
Con La lengua de las mariposas (1999) presentó una visión tierna y al mismo tiempo descarnada de la Guerra Civil española desde la relación de un niño con su maestro.
También destacó en su rol de productor cinematográfico, haciendo este trabajo en varios de sus filmes y en tres largometrajes del director español Alejandro Amenábar (Tesis, Abre los ojos y Los otros); además de ser el guionista de la mayoría de sus producciones detrás de cámaras.
Para televisión dirigió la segunda temporada de la serie Makinavaja (1997), basada en el popular personaje creado por Ivà. A finales de 2017 comenzó el rodaje de la que sería su última película: Tiempo después, estrenada el 28 de diciembre de 2018.

El 4 de febrero de 2020 murió en su domicilio de Madrid, a los 72 años de edad.
Destacó también por sus brillantes tuits, que lanzaba regularmente desde su cuenta de Twitter.
Llegó a tener más de 150.000 seguidores en esta red social.
En la anterior lista de sus más geniales aforismos vertidos en Internet son, sin duda, producto de un genio con una manera muy peculiar de observar el mundo, siempre basculando entre lo absurdo y el surrealismo manchego.
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Pepe Rubianes
José Rubianes Alegret, más conocido como Pepe Rubianes, nació en Vilaxoán, parroquia de San Martiño de Sobrán (Vilagarcía de Arousa), el 2 de septiembre de 1947. Fue un importante actor, humorista, productor y monologuista español.
Destacó por su ironía, por su ácido sentido del humor y su incontenible verborrea salpicada de palabras malsonantes, actuando siempre vestido rigurosamente de negro en sobrios escenarios.
Falleció en Barcelona el 1 de marzo de 2009 a consecuencia de un cáncer de pulmón.

Frases de Pepe Rubianes
- Los defensores de la moral me dan un asco que te cagas.
- De virtudes no ando muy sobrado porque cada día tengo más mala leche.
- Yo siempre que he tenido la suerte de estar en pareja he ido a la mía: soy muy mío, qué quieres que te diga. Yo, yo, y yo, yo y requeteyó, y yo, yo, yo, y sí te quiero pero más me quiero yo.
- África tiene animales que normalmente en Europa no ves porque yo he subido muchas veces a Collserola y nunca he visto un puto elefante.
- El trabajo dignifica, te honra, te realiza, te luce, te abrillanta y te da esplendor. Hasta te pone cachondo. Es la hostia. Hay que ver lo cachonda que va la gente a trabajar a las seis, las siete y las ocho de la mañana.
- Estaban allí sentados los gordos aquellos, los maricones esos, cómo les llaman, los que tocan a los niños, los obispos..
- Tengo cultura, he estudiado en la universidad, pero esto no está reñido con decir palabrotas. Bien dichas son preciosas.
- Ha encontrado un chico maravilloso, serio, formal, trabajador, educado, familiar, o sea lo que antes se llamaba un comemierda.
- No es que me guste escandalizar; digo las cosas como las pienso.
- ¿En qué creo? En el día a día, voy tirando hasta que esto se acabe. Me da igual, allí donde iré. Al menos sé que, de todos los que han marchado, no ha vuelto nadie.
- Soy un explicador de aventuras y necesito hacerlo hasta el más mínimo detalle. En una escena de vaqueros, sería el caballo y el jinete.
- Si no fuera humorista, sería terrorista.
- ¿Seguro que nos sale a cuenta formar parte de lo que prepotentemente llamamos mundo civilizado?
- Dario Fo es el gran maestro. Es el Molière de nuestro tiempo.
- Con lo bien que le sienta a uno que una negrona te dé un meneo que te deje con la lengua de lado para caer de rodillas y pedirle al Altísimo que pare esa máquina de placer porque se te puede ir la vida por el pito.

- Al público le gusta que le cuente cosas que no sabe si son verdad o mentira.
- Las autoridades no pueden soportar que les echen en cara su nefasta actuación por tratar el problema de los okupas a palos, y permitir en cambio que una serie de canallas con nombre y apellidos (se refiere a los especuladores) campen a sus anchas.
- Que se metan a España en el puto culo a ver si les explota dentro y les quedan los huevos colgados de un campanario.
- Al quedarnos sin la herencia de mi abuelo a la familia no nos ha quedado otra alternativa en la vida que practicar ese noble arte que practica el 99,9% de la humanidad que es el trabajar.
- Los grandes personajes han sido gentes que se han reído de todo. Solo el estúpido se toma en serio esta cosa que llamamos vida.
- Ante tanto imbécil con carné de opinante, los sabios callan.
- El humor debe tener en cuenta que nunca hay verdades permanentes. Es la poesía de la vida.
- El humor que yo hago está inmerso en la problemática de hoy. Yo lo definiría como tragihumor.
- El nuestro es un mundo de ricos que se aburren.

- Uno puede tener una gracia innata, pero si no la trabajas la pierdes a los dos minutos de estar en escena.
- Soy de los que respiran del carburador de los coches; en el campo me mareo con tanta salud.
- Más que el sida, la enfermedad del siglo es la hipoteca. Es una trampa muy miserable. Se ha cargado el espíritu de lucha que teníamos. Esquivarla es un gran éxito.
- Me gusta trabajar poco y ganar mucho.
- Creerse portador de un mensaje a la humanidad es ridículo.
- El mundo libre es mentira porque se vive prisionero de los magnates del capital.
- Yo siempre estoy al loro de lo que me rodea
- Siempre he odiado al cómico que va de cómico por la vida
- Cataluña es muy surrealista, pues ha tenido, y tiene, como símbolos un gorila blanco y una Virgen negra.
- La unidad de España me suda la polla por delante y por detrás.
- Soy un hombre que ha llevado la independencia a extremos obsesivos. De pequeño ya me gustaba jugar solo. No soy amante de dar explicaciones.
- Vitalmente soy un tío bastante perdido, un pelín atormentado. Eso de prescindir de una vida convencional, la señora con rulos y los nenes, tiene un precio bastante alto.
Pepe Rubianes y Makinavaja
Uno de los papeles más recordados de Pepe Rubianes es su interpretación del personaje de comic de Ivá Makinavaja, en la mítica serie de los años 90 que constó de dos temporadas y treinta y nueve episodios.
Las mejores frases de Makinavaja
- Po bueno, po fale, po malegro.
- Cangon San Peo bendito…
- Los sueldos siguen siendo una puta mierda.
- ¡To er mundo ar suelo!
- ¿Qué coleccionas? ¿Cromos? —Sí, de Tarzán y de tu puta madre.
- Lo pobre somo como lo espermatosoide…sólo uno entre millone, consigue su objetivo.
- Mi padre esta en er paro y mi madre es drogadista.
- To Dió al suelo.
- Abuelo, ¿volverás? —¡A tomal pol culo, sorda! —Vale, te espero.
- Hostia Maki, ¡Menúa pinta mariconaso!
- ¿Adónde va mi mamá con el tío Maki? ¿Al zoológico? Nooo, a echá un poorvo.
- La vida es puto riesgo, cojone y desde que se nase, se empiesa a morí ¿Querei renunsiá a la última libertá del individuo, que e el derecho a escogé su autodestrusión?
- Aveeel número dos, ¿se abre la caja o qué? ¿Yo que numero soy Maki? ¡Coño agüelo no diga nombres!
- ¡Esto lo abro yo con la punta del capullo!
- Ej que pa se cruel y despiadado, no hay que considerá a la gente como individuos, sino como espesie.
- Entre la peste y la caló he estado a punto de peldel el conosimiento.
- La libertá sexuás es el prinsipal camino hasia otras libertades, y al poder establesío no linteresa que la gente escape de su control, que por acojonamiento consiguen, ayudados por un orden y una moral puritana.
- Ya no se puede uno ganar la vida honradamente robando bancos.
- Un shumino e como un billete de mil peseta, que aunque esté arrugao tiene un valor intrínseco.
- Tal como está siendo dirigido y manipulado el individuo, pronto salí a paseá sin rumbo fijo, solo pol plasé de paseá, será considerado un acto revolucionario.
- ¡Que te como la patata, guapísima!
- … y que siempre tié que habé un giliposha…
- Soy un choriso honrao.
- En la vida no sobreviven los más aptos, sino los más joputas.
- Semos peligrosos.
- Una sosiedá materialista que no respeta a los débiles, no sólo es una sosiedá decadente, sino criminás, y quien por comodidad o egoísmo colabora con ella, es su cómplise.
- Yo me lo he follao to.
- Abuelo, que hase usté sentao sobre esa estatua. No es una estatua, es un banco de diseño que ha hecho el alcalde.
- Nosotros hablamos de viejas batallitas perdidas y ellos hablan de nuevas batallitas que todavía no saben que van a perder, pero en el fondo, se trata de la misma puerca guerra.
- Uy lo que ma disho, trae pacá la recortá.
- Lo que pasa, es que en esta sociedad tan materialista no nos comunicamos lo suficiente, pero si te esfuerzas en explicarles las cosas, las comprenden.
- En un mundo podrío y sin ética, a las personas sensibles sólo nos queda la estética.
- No sé si los ricos son cabrones porque son ricos, o son ricos porque son cabrones.
- Sa enmudesio pero va vestío que parese una remolacha.
- A pesar de las presiones y manipulaciones del poder, mientras quede alguien dispuesto a morir por no dejarse dar por culo, habrá poesía.
- ¡Jodó con la broma!
- La verdad jode pero curte.
- ¡Tortuguita, asoma la cabecita!
- Desde que se inventó el bidé y la máquina de cortar jamón, ni el jamón sabe a jamón ni las mujere a mujé.
- Coño, se nota ques usté instruío.
Letra de la canción Makinavaja, Semos peligrosos de Suburbano
Semos peligrosos
y nos llaman maleantes
por respirar sin permiso
por tirar siempre p´alante
y es que no se enteran
que aqui vivimos de ausencia
que lo que falta se inventa
y en el barrio sobra ciencia
y hay que decirlo
p´al que no se acuerde
la esperanza es esa puta que va
vestida verde ayayay
la esperanza es esa puta que va
que va vestida de verde
Makinavaja, Makipoeta
el ultimo chorizo que queda
el ultimo profeta
Semos peligrosos
pa aquel que pide paciencia
p´al que nos manda el infierno
pa ese que compra conciencia
y es que no se enteran
que no vivimos por vicio
que estamos porque aqui estamos
que la vida es un oficio
y hasta en la vida
hay que estar atento
que al final la disidencia nos trae
el conocimiento
que al final la disidencia nos trae
el conocimiento
Makinavaja, Makipoeta
el ultimo chorizo que queda
el ultimo profeta
Makinavaja, Makipoeta
el ultimo chorizo que queda
el ultimo profeta
Makinavaja, Makipoeta
sale a buscarse la vida en la calle
cuando el mundo aprieta y aprieta
Makinavaja, Makipoeta
el sabe estar dando la cara.
Letra de la canción Makinavaja de Tijuana in blue
El tiburón tiene dientes,
cuando ríe los enseña.
El Maki tiene un cuchillo
que maneja con destreza.
El tiburón nada sabe,
al tiburón que le cuentas,
el tiburón no es culpable,
es por su naturaleza.
Un domingo por la tarde
un muerto en la playa encuentran;
Y el Maki se está bañando,
pero su coartada es buena.
Han degollado a un chivato,
la cuchillada está fresca,
el cuchillo es del Maki
y la pasma ni se entera.
De vez en cuando algún rico
se esfuma de la tierra,
la pasma tiene su pasta,
pero nadie tiene pruebas.
¡Un, dos, tres, va!
Makinavaja el chorizo mas grande que ha parido madre.
Por su forma de vivir asocial, marginada, libre y anarquista.
Makinavaja, el último chorizo.
Al loro que aquí está: Makinavaja.
¡Un, dos, tres, va!
Y un convento se ha incendiao,
y siete curas se queman,
Maki huele a gasolina,
pero ni dios le molesta.
Y la mujer de un ministro,
cuyo nombre mucho suena,
apareció violada,
y es que el Maki fue de juerga.
El Maki es un chorizo,
el Papa es un sinverguenza,
el Reagan, un hijoputa.
y este mundo ¡es una mierda!
¡Un, dos, tres, va!
Makinavaja el chorizo mas grande que ha parido madre.
Por su forma de vivir asocial, marginada, libre y anarquista.
Makinavaja, el último chorizo.
Al loro que aquí está: Makinavaja.
¡Un, dos, tres, va!
Makinavaja el chorizo mas grande que ha parido madre.
Por su forma de vivir asocial, marginada, libre y anarquista.
Makinavaja, el último chorizo.
Al loro que aquí está: Makinavaja.
Al loro que aquí está.
La sonrisa etíope – Pepe Rubianes
Monólogo Solamente – Pepe Rubianes
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