Hay expresiones que llevan siglos entre nosotros, sobrevivientes de cambios culturales, modas lingüísticas y transformaciones sociales, y «como putas en cuaresma» es, sin duda, una de las joyas más audaces e incorrectas del repertorio idiomático español.
Este dicho, tan atrevido como pintoresco, se desliza entre el humor y la ironía, encapsulando siglos de historia y un fino reflejo de la relación de los españoles con la religión, la moral y la doble vara de medir que tantas veces ha marcado nuestras costumbres.
Ahora bien, ¿qué significa exactamente «como putas en cuaresma»?
Antes de profundizar en su origen, hagamos una breve parada para desentrañar su sentido literal y figurado. En su uso cotidiano, esta expresión se emplea para describir a alguien que se encuentra fuera de lugar, incómodo o que no encaja en un entorno concreto, especialmente cuando ese entorno está cargado de restricciones, normas o miradas de reproche.
Vamos, que es como llevar sandalias con calcetines en una boda.
¿Qué pintan las «putas» en esta historia?
Para entender la raíz de esta expresión, hay que sumergirse en la mentalidad social y religiosa de la España de antaño. Durante la Cuaresma, ese periodo de 40 días previo a la Semana Santa, la Iglesia Católica imponía estrictas normas de ayuno, abstinencia y penitencia. Era un tiempo de recogimiento, en el que el pecado debía ser evitado a toda costa, y donde las indulgencias carnales, como imaginarás, no eran precisamente bien vistas.
En este contexto, las trabajadoras sexuales se encontraban en un limbo social particularmente complicado.
Por un lado, su actividad era tolerada en otros momentos del año, ya que, como bien es sabido, la hipocresía nunca ha sido un recurso escaso.
Por otro lado, en Cuaresma, su mera existencia era un recordatorio incómodo de los «pecados de la carne» que la moral cristiana trataba de ocultar bajo la alfombra.
La doble moral y su sutil arte de la contradicción
Lo más curioso de esta situación no es tanto la represión de las trabajadoras sexuales durante la Cuaresma, sino la hipocresía implícita en el trato que recibían el resto del año. En muchas ciudades españolas, la prostitución era una actividad tolerada —incluso regulada en ciertos periodos históricos— bajo el pragmático argumento de que servía como válvula de escape para los impulsos masculinos, evitando así «mayores pecados».
Como si, de alguna forma, los hombres de la época necesitaran un respiro entre rezos y sermones.
Pero llegaba la Cuaresma, y de repente, la fachada de piedad se venía abajo. Las mismas personas que recurrían a los servicios de estas mujeres, sin pestañear, durante los meses de «pecado permitido», se convertían en fervientes jueces morales cuando el calendario litúrgico marcaba el inicio de la penitencia.
El resultado: las prostitutas quedaban expuestas al escarnio público, como si fuesen las únicas culpables de todos los males del mundo.
¿De dónde surge la expresión?
Aunque no hay registros exactos del momento en que nació la frase «como putas en cuaresma», su origen puede rastrearse a la época medieval o principios de la Edad Moderna, cuando la influencia de la Iglesia en la vida cotidiana era más omnipresente que nunca.
Durante este periodo, las ordenanzas municipales y las leyes religiosas se entrelazaban para imponer normas de conducta, incluidas aquellas que regulaban la prostitución.
Curiosamente, en algunas localidades, se instauraron medidas específicas para «limpiar» las calles de prostitutas durante la Cuaresma. Esto no solo implicaba restricciones laborales (por llamarlo de algún modo), sino también confinamientos forzados en zonas alejadas o incluso prohibiciones temporales de residencia.
Vamos, una especie de «vacaciones obligatorias», pero sin el glamour de las playas caribeñas.
Con el tiempo, esta situación dio lugar a la expresión que hoy conocemos, cargada de una ironía sutil pero mordaz. Al fin y al cabo, pocas imágenes son tan evocadoras como la de alguien que se encuentra completamente fuera de lugar en un entorno que lo rechaza abiertamente.
Curiosidades y contextos modernos
Aunque «como putas en cuaresma» pueda sonar como una expresión anacrónica, lo cierto es que sigue siendo sorprendentemente vigente en el lenguaje coloquial. Se utiliza en multitud de contextos, desde situaciones laborales incómodas hasta reuniones familiares tensas, y su capacidad para evocar una sensación de incomodidad casi palpable es, cuanto menos, admirable.
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- Blanco, Gerardo(Autor)
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