El día que Israel troleó a Francia

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Autor: El café de la Historia


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El Proyecto Cherburgo

A principios de la década de los años 60 del siglo pasado, la recién nacida armada de guerra israelí era poco numerosa y anticuada, datando muchos de sus barcos de la época del protectorado británico.

Muchos de esos vetustos buques ya habían servido como entrenamiento a las primeras promociones de marinos de guerra israelíes y, dadas las continuas guerras que mantenía Israel con sus vecinos, se puso sobre la mesa el urgente tema de la renovación de la flota para proteger la franja costera de casi 240 kilómetros que tenía el país en aquellos momentos.

El alto mando israelí consideró que la necesidad más urgente de su armada eran buques polivalentes, que tanto fueran capaces de enfrentarse a otros barcos como de atacar blancos en la costa.

De Bremen a Cherburgo

Como en aquellos tiempos Israel no poseía ni las instalaciones ni la tecnología necesaria para construir por sí misma estos barcos, los encargó a un astillero de Bremen que les recomendaron unas lanchas torpederas de última generación ideales para cubrir las necesidades de la armada de Israel.

El trato se cerró sin más problemas pero al hacerse público, la Liga Árabe puso el grito en el cielo y elevó una protesta contra Alemania la cual recogió cable ante la polémica suscitada a nivel mundial y canceló el contrato de construcción.

En busca de soluciones, los israelíes contactaron con un astillero militar de Cherburgo y sellaron un acuerdo para la construcción de cinco barcos sobre los planos previamente hechos por los alemanes.

La Liga Árabe volvió a la carga con sus protestas pero a Francia le entró por un oído y le salió por otro.

La Guerra de los Seis Días

Así, la construcción de la flotilla empezó en los astilleros franceses pero llegados a 1967 ocurrió algo que ni galos ni israelíes esperaban: La Guerra de los Seis Días.

Tras la rápida victoria de Israel sobre sus vecinos en una guerra relámpago, y, sobre todo, tras diferentes incursiones y operaciones especiales en Líbano, Francia dejó de ver con simpatía al joven estado de Israel y el propio De Gaulle decretó un embargo armamentístico contra Israel y, así, las cinco lanchas anti-misiles que a esas alturas de 1968 ya estaban construidas, fueron confiscadas y quedaron inmovilizadas en el puerto de Cherburgo sine die.

Israel lanzó una intensa iniciativa diplomática ante lo que consideraban un hecho incomprensible: las lanchas estaban acabadas y pagadas pero no se las entregaban.

El gran engaño

Golda Meir, primera ministra entonces, presionada por los militares que le advertían de las amenazas marítimas que se cernían sobre Israel si no reforzaban la armada con urgencia, ordenó el «rescate» de las cinco lanchas.

Golda Meir
Golda Meir

Para tal menester y teniendo en cuenta que por la fuerza era poco menos que un suicidio arrebatar a un país como Francia las cinco lanchas en su propio territorio, se recurrió al engaño.

Recapitulando: Israel tenía en Francia cinco lanchas de guerra construidas y pagadas que los galos no les entregaban en virtud de un embargo e Israel no podía utilizarlas pero, ojo, sí podía venderlas.

A Mordechai Limon, un veterano y bregado agente especial israelí, se le encomendó la misión de tender el anzuelo a los franceses de que, con el fin de recuperar el dinero invertido, iban a vender las lanchas a una empresa privada.

Mordechai_Limon
Mordechai_Limon

Como en los trucos de magia de los mejores ilusionistas, a la vista de todo el mundo y con luz y taquígrafos, el enviado israelí fingió unas duras negociaciones con una empresa noruega llamada Startbott para venderles las lanchas.

Startbott (que no era más que una empresa fantasma creada por el Mosad) fue investigada por Francia que se encontró con una empresa noruega, inscrita correctamente en el registro mercantil de Oslo y que dedicaba su actividad a las prospecciones petrolíferas. En principio, todo en orden; ese tipo de lancha, debidamente desartillada, podía servir perfectamente para las prospecciones en el Mar del Norte a las que -aparentemente- se dedicaba Startbott.

Tragado el anzuelo por los franceses, Mordechai Limon, procedió a la firma del documento de compra-venta en París con los representantes de Startbott con el visto bueno del ministro de defensa galo, Michel Debré.

Michel Debré y Charles De Gaulle
Michel Debré y Charles De Gaulle

Una vez más, en la tradición de los mejores ilusionistas, el engaño fue perpetrado a la vista de todo el mundo.

Startbott se hizo cargo de las lanchas, les colocó bandera panameña y las fue mandando de una en una a hacer pequeñas travesías de ida y vuelta hasta el Mar del Norte bajo la suspicaz mirada francesa que veía como Startbott no acababa de desartillarlas.

Tras múltiples viajes al Mar del Norte para intentar despistar a los franceses se ordenó el definitivo engaño: que las cinco lanchas salieran del puerto de Cherburgo rumbo, ahora sí, a Israel.

De Nochebuena a Nochevieja

En plena madrugada de la noche del 24 de diciembre de 1969, las cinco lanchas partieron del puerto normando con la misión de realizar los casi 6000 kilómetros de distancia hasta la costa israelí sin ser interceptados por los franceses. Para ello se camuflaron buques cisterna israelíes como inocentes cargueros para abastecer de combustible a la flotilla en ruta a lo largo de su periplo.

Al haber partido en plena Nochebuena, los franceses no se dieron cuenta de que se habían esfumado las lanchas hasta las dos del mediodía del día de Navidad, doce horas más tarde, tiempo más que sobrado para haberse alejado lo suficiente de aguas territoriales francesas.

Y la voz de alarma no la dieron los servicios secretos franceses, no… fue porque el boletín informativo de las dos de la tarde de la BBC informó del hecho, cosa que enfureció al ministro de defensa francés Michel Debré y ordenó hundir la flotilla mediante un ataque aéreo.

Esta orden provocó una crisis en el seno del gobierno francés ya que el jefe del Estado Mayor se negó a acatar esa orden y puso su cargo a disposición del presidente de la República.

Y es que atacar por el aire a una flota noruega, con pabellón panameño, tripulada por civiles y en aguas internacionales desafiaba a todas las normas más básicas del derecho internacional, así que se procedió a buscar culpables y Mordechai Limon fue expulsado del país de manera inmediata además de ser nombrado persona non grata en Francia.

En cuanto a la flotilla, tras dos repostajes en Gibraltar y Lampedusa, llegó sin problemas al puerto de Haifa el 31 de diciembre de 1969, siendo recibidos como héroes por una multitud que esperaba a los barcos en el muelle ya que en Israel se siguió este caso con auténtico fervor patriótico.

Espada, Flecha, Volcán, Lanza y Tormenta
Espada, Flecha, Volcán, Lanza y Tormenta

Así, Espada, Flecha, Volcán, Lanza y Tormenta, como fueron bautizados las lanchas, se incorporaron de manera inmediata a la Armada de Israel y todo lo que rodeó a su epopeya supuso un plus de patriotismo y fortalecimiento del orgullo nacional.

El llamado Proyecto Cherburgo supuso también un punto de inflexión en las relaciones internacionales; Israel y Francia rompieron su tradicional alianza en asuntos militares comenzando a partir de esta ruptura la tan sólida y longeva alianza entre Estados Unidos e Israel que continúa desde principios de los años 70 hasta nuestros días.

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