Autor: El café de la Historia
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Aunque parezca sorprendente, existen varios países en el mundo que no cuentan con un ejército propio para su defensa ante posibles agresiones externas. Esta singular característica responde a diferentes razones, desde decisiones históricas hasta acuerdos internacionales.
En este artículo, exploraremos tres ejemplos representativos de América, Europa y Oceanía. Aunque hay más países en esta situación, los abordaremos en futuras publicaciones. Por ahora, centrémonos en Haití, Liechtenstein e Islas Marshall.
Tres países sin ejército
Haití
El ejército de Haití fue fundado en 1804 tras la independencia del país. Las fuerzas insurgentes, que habían combatido exitosamente contra la dominación francesa, unificaron sus esfuerzos para establecer un sistema militar. Sin embargo, el vacío de poder dejado por los colonizadores y la falta de un tejido civil consolidado llevaron a que los militares asumieran un control total sobre el gobierno.
A lo largo de los siglos XIX y XX, Haití experimentó constantes inestabilidades políticas, incluidas invasiones extranjeras y dictaduras apoyadas por las fuerzas armadas. En 1995, tras décadas de conflictos internos y más de 100 intentonas golpistas, el gobierno decidió disolver el ejército.
En su lugar, la Asamblea Nacional estableció fuerzas de seguridad internas como la Policía Nacional y la Guardia Costera, con apoyo de Estados Unidos y Naciones Unidas. Desde entonces, la seguridad del país ha dependido en gran medida de fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU, que han intervenido para mitigar disturbios y garantizar la estabilidad.
En 2017, Haití reintrodujo un pequeño contingente militar de 500 soldados con planes de reconstruir gradualmente un ejército más sólido. Sin embargo, el país sigue enfrentando desafíos significativos en materia de seguridad y gobernanza.
Liechtenstein
Este diminuto estado europeo decidió disolver sus fuerzas armadas en 1868 debido al alto costo que representaban. Desde entonces, su defensa ha recaído en acuerdos no oficiales con sus vecinos, Suiza y Austria. Aunque la constitución permite la formación de una milicia en tiempos de guerra, esta medida nunca ha sido necesaria.
Liechtenstein tuvo una participación breve en la guerra austro-prusiana de 1866, enviando un contingente de 80 soldados. Curiosamente, regresaron 81, ya que un soldado italiano se unió a ellos en el camino de regreso y fue acogido en el país. Este tipo de anécdotas destaca el carácter pacífico y único del principado.
En tiempos más recientes, un regimiento suizo se extravió y cruzó accidentalmente la frontera hacia Liechtenstein en 2007. Los habitantes locales informaron del error, y los soldados regresaron a Suiza sin incidentes diplomáticos. En los años 80, un incidente similar terminó con los soldados invitados a compartir una merienda con la población local.
Islas Marshall
El archipiélago de las Islas Marshall, compuesto por 29 atolones y 5 islotes, logró su independencia en 1990 tras un largo período de dominación extranjera. Desde su descubrimiento por Alonso de Salazar en el siglo XVI, pasó por manos españolas, alemanas y japonesas, hasta convertirse en un fideicomiso administrado por Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial.
En 1979, Estados Unidos permitió un autogobierno limitado, que culminó con la independencia oficial reconocida por la ONU. A pesar de su estatus como nación independiente, las Islas Marshall no cuentan con un ejército. Su defensa es garantizada por acuerdos bilaterales con Estados Unidos, que también proporciona beneficios como becas educativas y permisos de trabajo para los ciudadanos del archipiélago.
La presencia militar estadounidense incluye bases y áreas de arrendamiento en los atolones, que son fundamentales para las operaciones de defensa en la región del Pacífico. Por su parte, las Islas Marshall solo cuentan con un pequeño cuerpo de policía y una unidad de guardia costera limitada a un barco.
Conclusión
La ausencia de un ejército en estos países refleja decisiones históricas, económicas y geopolíticas. Mientras que Haití lucha por reconstruir su estabilidad interna, Liechtenstein confía en su neutralidad y acuerdos con sus vecinos. Por otro lado, las Islas Marshall han optado por depender de su relación estratégica con Estados Unidos.
Este modelo de coexistencia sin fuerzas armadas plantea interrogantes sobre la sostenibilidad y los riesgos de depender de terceros para la defensa nacional. Sin embargo, cada uno de estos países demuestra que, bajo ciertas condiciones, la paz y la estabilidad pueden mantenerse sin un ejército tradicional.
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Excellent article. I definitely love this website.
Thanks!
¿Y qué pasó con Costa Rica? Desde 1948 no tiene ejército.
Betty Ramírez
Puerto Rico
En este artículo sólo nos hemos detenido en tres casos, uno de cada continente, ya decimos al principio de la entrada que hay más casos pero que los trataremos en futuros artículos. Costa Rica será el próximo junto a Andorra y alguno más.
Gracias por el apunte, Betty y saludos cordiales a Puerto Rico.
Qué camaradería con los de Liechtenstein
Costa Rica, en centro américa, tampoco tiene ejercito…
Cierto, en futuros artículos trataremos más casos, el de Costa Rica también. Gracias por el apunte.
Sumamente interesante. Espero que continúa con casos como Andorra
Andorra, Vaticano, Costa Rica… Pronto seguiremos con el tema.
Gracias Vicente.