La Estación Espacial Internacional (ISS), ese maravilloso trozo de humanidad flotando en la órbita baja terrestre, donde los sueños científicos y tecnológicos coexisten con la realidad cruda de que, al fin y al cabo, los humanos siguen siendo humanos.
Aunque nos guste imaginar que el espacio es un lugar utópico donde la cooperación internacional brilla más que nunca, la verdad es que incluso allí arriba, a 400 kilómetros sobre nuestras cabezas, pueden surgir problemas mundanamente terrenales, como, por ejemplo, crímenes y delitos.
Una cápsula de legalidad flotante
La ISS no solo es un laboratorio de alta tecnología, sino también un crisol de nacionalidades: estadounidenses, rusos, japoneses, europeos y canadienses trabajan hombro a hombro. Pero, ¿qué sucede si uno de ellos decide cometer una fechoría en este vecindario orbital?
El marco legal: Intergovernmental Agreement, pura y fina diplomacia
Para abordar esta posibilidad, los países que participan en la ISS firmaron un acuerdo conocido como el Intergovernmental Agreement (IGA) en 1988. Este documento establece las bases legales para gestionar delitos en órbita y asegura que cada nación conserva jurisdicción sobre sus propios ciudadanos y módulos.
Esto quiere decir que, si un astronauta canadiense rompe, daña o roba algo (o a alguien) dentro del módulo canadiense, Canadá tiene la potestad de manejar la situación según sus leyes. Pero, si ese mismo hipotético astronauta canadiense decide causar problemas en el módulo japonés, ahí es cuando las cosas se complican.
Para estos casos, El Intergovernmental Agreement incluye un complicado protocolo. Básicamente, los Estados involucrados deben consultarse mutuamente si alguien comete un delito que afecte a la vida, la seguridad o la propiedad de otra nación.
Es como un club muy exclusivo donde los socios se reúnen para decidir quién lleva a juicio a quién, por qué y dónde, mientras los «acusados» orbitan la Tierra a 28.000 km/h.
Delitos espaciales: ¿realidad o ciencia ficción?
Hasta ahora, la ISS no se ha convertido en escenario de un asesinato. Pero eso no significa que esté exenta de controversias.
En 2019, se denunció el primer supuesto delito espacial: la astronauta estadounidense Anne McClain fue acusada de acceder ilegalmente a las cuentas bancarias de su exesposa Summer Worden… desde la ISS.
Aunque la investigación finalmente no llevó a cargos formales, el caso puso de manifiesto las complejidades legales de manejar delitos cometidos fuera del planeta.
¿Cómo de grave puede ser?
El espacio es un entorno hostil, y cualquier comportamiento indebido, incluso menor, puede tener consecuencias desastrosas. Imaginen que alguien sabotea un módulo de soporte vital.
Puede que el caso de un robo, en principio, no sea tan catastrófico en términos inmediatos, pero si hablásemos de robo de equipo crítico podría poner en peligro la misión entera.
Y ya ni hablemos de violencia física: a 400 km de altura, cualquier pelea podría convertirse en un enfrentamiento mortal.
Jurisdicción penal: un rompecabezas legal
El Artículo 22 del IGA desglosa cómo se manejarían los delitos penales. A grandes rasgos:
- Cada país ejerce jurisdicción sobre sus ciudadanos y sobre los módulos que haya aportado.
- Si el delito afecta a otro Estado, las partes involucradas deben negociar quién se encargará de procesar al infractor.
- Si el delito es tan grave que requiere extradición, el acuerdo IGA puede usarse como base legal.
El proceso es tan complicado como suena. En un entorno donde la cooperación es clave, un mal manejo de la situación podría generar tensiones diplomáticas que afecten tanto en la Tierra como en el espacio.
Curiosidad morbosa: ¿y si con el Intergovernmental Agreement en la mano no hay acuerdo?
En el caso de que los países no logren ponerse de acuerdo sobre quién tiene jurisdicción, podría desencadenarse un limbo legal. Por suerte, el IGA obliga a los Estados a prestar asistencia mutua para evitar que esto suceda.
Pero todos sabemos que la diplomacia no siempre es rápida, y en el espacio, el tiempo es crítico.
Crímenes en el espacio: ¿qué sigue?
Si bien la ISS ha sido un ejemplo brillante de cooperación internacional, no será eterna. Para 2031, está programado que «americe» en el Punto Nemo, el lugar más remoto del océano Pacífico. Sin embargo, la exploración espacial no se detendrá, y con nuevas estaciones espaciales, futuras bases programadas en la Luna y probablemente en Marte, la pregunta legal seguirá vigente.
La Luna y Marte: nuevos territorios, mismos problemas
El Tratado sobre el Espacio Ultraterrestre de 1967 establece que ningún país puede reclamar soberanía sobre cuerpos celestes.
Pero, ¿qué pasa si una empresa privada establece una base en la Luna?
¿O si una colonia en Marte decide independizarse de su país de origen?
El Intergovernmental Agreement no cubriría todas las posibles problemáticas que podrían ocurrir más allá de la ISS.
Las leyes espaciales actuales no están preparadas para lidiar con estas posibilidades, lo que podría significar que de no legislar a tiempo todas estas hipotéticas situaciones pueden producirse limbos jurídicos que desemboquen en un «salvaje oeste espacial» en el futuro.
Productos relacionados
- Réplica detallada de la estación espacial internacional: con la Revell ISS Platinum Edition tienes la posibilidad de…
- EL PROYECTO CIENTÍFICO Y TECNOLÓGICO MÁS GRANDE: La Estación Espacial Internacional representa el mayor proyecto…
- CARACTERÍSTICAS ESPECIALES: el kit contiene barras cuadradas de aluminio y barras redondas que permiten una réplica precisa…
- MODELO: Rindiendo homenaje a grandes genios de la ingeniería, los diseñadores de Metal Time han creado una maqueta…
- DIFICULTAD DE MONTAJE: Este modelo de puzzle 3D corresponde al nivel AVANZADO, indicado para constructores ocasionales. Es…
- DIMENSIONES: Una vez completado el rompecabezas de metal, la maqueta medirá 19.8 x 23.4 x 22.9 cm. Las maquetas están…
Si te ha interesado este artículo sobre el Intergovernmental Agreement, seguramente te gustará este otro
Diego Marín, el burgalés que inventó una máquina de volar en 1793
Si nuestras historias son de su agrado, tienen tres maneras de seguirnos:
REDES SOCIALES
1. Pueden seguirnos en cualquiera de nuestras redes
NOTIFICACIONES PUSH
2. Pueden activar los avisos de publicación de nuevo artículo
NEWSLETTER SEMANAL
3. Suscribirse a nuestro boletín. Es gratis, sin spam.
Sólo un aviso SEMANAL con los artículos nuevos en su bandeja de correo


EL AUTOR
Fernando Muñiz
Escritor, profesor, traductor, divulgador, conferenciante, corrector, periodista, editor.

Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados/Los precios y la disponibilidad pueden ser distintos a los publicados