Autor: El café de la Historia
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Guerras napoleónicas, un mono espía, un modesto equipo de fútbol y un alcalde primate
Tiempo atrás publicamos un artículo en el que explicábamos el rocambolesco juicio que la Inquisición española llevó a cabo en la Asturias del siglo XVII contra unos ¡delfines!
Aunque a día de hoy ningún código penal contempla enjuiciar a un animal, los juicios a animales por las razones más peregrinas han sido una constante en la historia.
Veamos un chocante caso de juicio rápido a un animal.
Hartlepool, 1805
Inglaterra, principios del siglo XIX.
Europa andaba enfrascada en las Guerras Napoleónicas, y en las ciudades costeras inglesas se vivía con auténtica paranoia y angustia la amenaza de una invasión vía marítima por parte de los franceses.
Ahora nos vamos a Hartlepool, ciudad bañada por el Mar del Norte.
Hartlepool está situada en la costa oriental de Inglaterra, tirando hacia el norte y no muy lejos de la frontera escocesa.
Y a Hartlepool, en 1805, llegó un barco francés.
Los habitantes se concentraron en el puerto dispuestos a capturar a todo francés a bordo, preferiblemente vivo para interrogarlo sobre la inminente invasión, pero pronto fue evidente que el barco no sólo estaba seriamente averiado, sino que también estaba vacío; cuando los pescadores se acercaron a inspeccionar el navío no encontraron ni un solo superviviente a bordo.
Pero la histeria ya se había apoderado del pueblo.
A nadie pareció importarle que solo fuera un barco mercante a la deriva: una inofensiva goleta.
Como decíamos, no había rastro de la tripulación.
Excepto un -pobre- mono.
El juicio exprés al espía francés
El mono iba vestido con uniforme militar y probablemente era la mascota, cosa relativamente habitual en aquellos tiempos, pero los habitantes de Hartlepool lo parecían tener muy claro: el mono era un espía.
Tras el interrogatorio al espía sobre la inminente invasión francesa y la nula información aportada por éste, juicio rápido en la misma playa mediante, se le condenó a muerte y fue ahorcado en la plaza del pueblo.
Hasta aquí los hechos que, con más o menos variaciones, han sido transmitidos de generación en generación y que han pervivido en el folclore y la memoria popular de los habitantes de Hartlepool.
Pero un momento…
¿Es cierta esta leyenda?
¿Es posible que ahorcasen a un pequeño e indefenso mono?
Pues nadie lo sabe a ciencia cierta, pero algunos antropólogos apuntan que es muy posible que la leyenda esconda un suceso aún más oscuro si cabe y que a quien hubiesen ahorcado fuese a un niño; en aquella época era frecuente embarcar a niños en los barcos que ayudaban en las faenas: un grumete.
Realidad, leyenda, farsa o acto infame, este hecho hizo que desde entonces para burlarse de los habitantes de Hartlepool se les denomine como «Monkey hangers«.
Literalmente, ahorcadores de monos.
Hartlepool United Football Club
El Hartlepool United es el club de fútbol de la ciudad.
Se fundó en 1905 y actualmente juega en la National League (equivalente a una quinta división según el laberíntico sistema de ligas balompédicas inglés).
Se trata, pues, de un equipo modesto.
Pues miren a H’angus the Monkey, su mascota:
Su principal rival y antagonista es el Darlington F.C. y durante los derbis, en los cánticos hacia los seguidores del Hartlepool, se puede oír durante todo el partido «Who hung the monkey?” (¿Quién ahorcó al mono?) con intención de burla.
El problema para los hinchas del Darlington es que, con el paso del tiempo, a los seguidores del Hartlepool en particular y a los habitantes de la localidad en general, no sólo no les ofende sino que les ha acabado gustando, hasta formar parte del orgullo colectivo de la ciudad.
No en vano, el apodo del equipo de rugby de la ciudad, el Union Hartlepool Rovers es Monkeyhangers.
Stuart Drummond
Stuart Drummond ha sido alcalde de Hartlepool durante diez años.
Cuando en 2002 se presentó como independiente por primera vez a las elecciones locales ganó claramente.
Y ha sido uno de los políticos más outsiders de la encorsetada política británica.
Ahora verán el porqué…
¡Stuart Drummond era la mascota del Hartlepool United Football Club!
Mejor dicho y para que no haya malentendidos, era la persona que se escondía bajo el disfraz de H’angus the Monkey y que saltaba a la cancha a animar a la afición.
Hizo toda su campaña electoral disfrazado de mono, y su eslogan y promesa estrella era «Free bananas for schoolchildren«.
Plátanos gratis para los niños en edad escolar.
Sea como sea, arrasó en la votaciones. La popularidad de Drummond era abrumadora y ganó las elecciones ese año y las dos siguientes elecciones hasta que se retiró en 2013.
Es hasta la fecha el único alcalde de la ciudad en toda su historia que ha sido elegido por mayoría directa.
Una vez elegido dejó su antiguo empleo como mascota del Hartlepool para centrarse en la alcaldía.
Lamentablemente, Drummond no pudo cumplir su promesa de plátanos gratis para los niños por problemas de liquidez financiera del consistorio, hecho que no pareció mermar su popularidad.
En la actualidad, «H’angus the Monkey Drummond», se ha alejado de la política, sigue con la misma pasión al equipo de sus amores, y cuando le preguntan por su etapa como máximo representante de la ciudad sus sentimientos son encontrados; echa en falta el cariño de la gente de a pie y aún se pregunta la razón por la cual el resto de concejales nunca le tomaron en serio y le hicieron la vida imposible durante sus años de alcalde.
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