Autor: El café de la Historia
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El fenómeno de los dobles o Doppelganger
A lo largo de la historia ha habido gran cantidad de casos relacionados con el tema de los dobles de las personas o doppelganger.
Desde tiempos remotos se le otorga a este misterioso y fascinante fenómeno una gran carga de connotaciones negativas, relacionando el encuentro con el propio doble con desgracias inminentes.
Curiosidades sobre el fenómeno doppelganger
Varios de los casos más famosos los protagonizan personajes relevantes como Isabel I de Inglaterra que dijo haberse encontrado en sus propios aposentos con su doble pocos días antes de fallecer. Abraham Lincoln, en los días previos a asistir a su última representación en el teatro Ford afirmó a sus allegados que se había cruzado con su doble.
La mitología nórdica otorga un papel funesto al hecho de encontrarte con tu propio doppelganger, vocablo alemán que sirve para denominar a este fenómeno ( doppel, significa «doble» y gänger: «andante»).
La literatura también ha tratado el mito del doble a través de plumas tan insignes como Stevenson, Wilde, Dostoievski o Borges, y en la actualidad, con la generalización de internet y las redes sociales, no resulta muy difícil encontrar páginas dedicadas a la búsqueda de doppelgangers.
No es tarea fácil documentar encuentros entre dobles a lo largo de la historia, por eso vayamos a la Italia del finales del siglo XIX para conocer uno de los encuentros entre dobles más asombrosos jamás ocurridos.
Umberto I de Italia
Umberto I era hijo de Victor Manuel II, primer rey de la recién nacida Italia unificada. A la muerte de éste en 1878, Umberto asumió la regencia del estado caracterizándose por su hostilidad hacia los movimientos obreros que en aquellos años estaban en auge en toda Europa, y que se le enfrentaban a causa de las profundas desigualdades sociales y la belicosa politica exterior y colonial del monarca, que se embarcó en diferentes guerras al tiempo que empleaba una feroz represión a las protestas internas.
La gota que colmó el vaso fueron los hechos conocidos como la “Masacre Bava Beccaris” (apellido del general al mando de las tropas) que tras enviar al ejército a reprimir una protesta en Milán contra la subida del pan, de los impuestos, y de las continuas guerras, dejaron más de doscientas víctimas entre los manifestantes.
Ante la indignación del pueblo, al rey no se le ocurrió otra cosa que convocar públicamente al general para condecorarlo con todos los honores.
Ya puestos en antecedentes del personaje, vayamos al encuentro en cuestión.
El encuentro del rey con su doppelganger
Es 28 de julio de 1900 y el rey, ajeno a que al día siguiente será asesinado a manos de un anarquista, acude a un evento deportivo en la ciudad de Monza. La comitiva escoge un restaurante para comer y el dueño del negocio, al saber que el mismísimo monarca ha entrado en su establecimiento, sale a saludarle.
En ese momento todos los asistentes se quedan pasmados al descubrir que ambos son iguales. Tan exactamente iguales que los presentes solo son capaces de distinguirlos por su vestimenta.
El rey, atónito y estupefacto por el parecido, entabla conversación con su doble y descubre que no solo son exactamente iguales sino que un rosario de casualidades imposibles también unen sus vidas: Los dos se llaman Umberto.
Los dos nacieron el mismo día (14 de Marzo de 1844) y en la misma ciudad, Turín.
Los dos se habían casado el mismo día, en la misma ciudad, con sendas mujeres que se llamaban igual, Margarita.
Para colmo, el día que el rey había sido coronado, su doble había inaugurado su negocio.
El encuentro agradó sobremanera al monarca e invitó al que consideraba su nuevo amigo a que le acompañase en el palco a la ceremonia deportiva del día siguiente.
Su doble aceptó encantado pero llegado el momento no se presentó. Umberto se mostró contrariado hasta que alguien de su séquito le informó que su nuevo amigo había sido asesinado (aquí difieren las fuentes en cuanto al sitio, la hora y la manera aunque la más plausible es que el acto sucedió en la afueras del mismo estadio).
El rey pasó de la decepción a la pesadumbre, pesadumbre que le duró bien poco ya que a la salida del evento fue asesinado a tiros por Gaetano Bresci.
En resumen, si en alguna ocasión usted cree encontrarse con alguien que se le parece sospechosamente, su doppelganger, eche a correr en dirección contraria pero haga una parada en el notario para redactar su testamento, y, por si acaso, cuelgue una herradura en su puerta.
Nunca se sabe.
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Alusinante
Tremendo. Sólo faltaba que al doble lo apodaran «El Rey»
Jo, me sabe mal por el Umberto del restaurante, el otro lo estaba pidiendo a voces. Saludos!!
Una lectura muy amena. Gracias.
Realmente impresionante
Por autoritario y monárquico. En esas mismas fechas estaba un joven benito Mussolini en las calles defendiendo… el partido socialista
Muy interesante.