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El origen de los días moscosos, las «vacaciones de emergencia» de los funcionarios españoles

Los días moscosos… esas gemas del calendario laboral que suenan más a enfermedad tropical que a un derecho conquistado.

Pero no se confundan, porque su historia es un testimonio de la eterna lucha entre trabajadores y empleadores, un tira y afloja digno de culebrón.

Hoy nos sumergimos en el fascinante mundo de estos días libres que nacieron no del capricho, sino de la necesidad.

Historia de los días moscosos

Corría el año 1983, un momento de gran transformación en España. Recién salidos de la transición democrática, el país estaba adaptándose a las nuevas leyes laborales bajo el gobierno de Felipe González. Entre las muchas reformas de la época, se encontraba el nacimiento de los famosos «días moscosos».

Pero, ¿por qué demonios se llaman moscosos, y por qué tienen parcela propia en el calendario laboral del funcionariado?

Días moscosos viene de Moscoso que no es un personaje de ficción, sino José Antonio Moscoso del Prado, quien en ese entonces era el Secretario de Estado para la Administración Pública. En un intento por reducir tensiones laborales, el gobierno decidió conceder a los trabajadores públicos una serie de días libres adicionales para «compensar» la reducción de las antiguas pagas extraordinarias.

Y así, casi por accidente, nació el concepto de los «días moscosos», un nombre que ha sobrevivido años de recortes, reformas y memes.

José Antonio Moscoso del Prado
José Antonio Moscoso del Prado

La ironía de ser «días de descanso»

Lo curioso de estos días es que, desde su creación, han sido objeto de controversia y burlas. Primero, porque llamarlos «moscosos» es casi un chiste interno que nadie fuera de España entiende.

Segundo, porque se vendieron como un acto magnánimo del gobierno, cuando en realidad eran un «lo tomas o lo dejas» tras perder otros beneficios.

La ironía no termina ahí. Aunque oficialmente se crearon para «facilitar la conciliación», muchos empleados los utilizan para todo menos para descansar. Desde alargar puentes hasta resolver papeleo o asistir a reuniones escolares, los moscosos son el comodín del trabajador moderno.

La «conciliación» parece más un efecto colateral que el verdadero objetivo.

¿Son los moscosos un privilegio o un derecho?

Si le preguntas a un trabajador del sector privado, probablemente te dirá que los moscosos son el símbolo máximo del «chollo» del funcionariado. Pero, si hablas con un funcionario, la respuesta será diferente. Para ellos, estos días son un pequeño respiro en un entorno laboral que no siempre es tan idílico como parece desde fuera.

En términos estrictamente legales, los días moscosos son un derecho adquirido, pero también un campo de batalla político. Durante los años de crisis económica, fueron recortados drásticamente, lo que llevó a protestas y quejas generalizadas. En 2015, el gobierno restauró algunos de estos días, pero la herida quedó abierta. Los moscosos, como tantas otras cosas en España, se han convertido tanto en un tema emocional como práctico.

Curiosidades sobre los días moscosos

  1. Tanto el concepto como su nombre es único: pocos países tienen algo similar a los moscosos. En la mayoría de los casos, los días libres adicionales se incluyen dentro de las vacaciones generales, sin un término tan pintoresco.
  2. De 6 a 3 y de vuelta: originalmente, los empleados públicos tenían 6 días moscosos al año. Durante la crisis, se redujeron a 3, lo que desató una pequeña revolución entre el funcionariado. En 2015, se recuperó el número original.
  3. El mito del «funcionario flojo»: aunque muchas personas asumen que los moscosos son sinónimo de pereza, los estudios muestran que los funcionarios españoles trabajan horas similares o incluso superiores a las de sus contrapartes del sector privado.

Los moscosos en el contexto internacional

Si intentan explicar los moscosos a un extranjero, probablemente serán testigos de una mezcla de confusión y envidia. En países como Estados Unidos, donde las vacaciones son escasas y los días libres, un lujo, el concepto de «moscosos» suena a pura ciencia ficción.

Sin embargo, en algunos países europeos como Francia o Alemania, los trabajadores también disfrutan de generosos días de permiso, aunque suelen estar integrados dentro de sus vacaciones anuales o sujetos a reglas diferentes. Los moscosos, con su peculiar nombre y su carácter casi anecdótico, son una de esas rarezas culturales que definen a España.

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EL AUTOR

Fernando Muñiz

Escritor, profesor, traductor, divulgador, conferenciante, corrector, periodista, editor.

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