Para que no se pierdan con los nombres, fechas y datos que vienen a continuación, un breve resumen del caso Reace, así a vuelapluma, vendría a ser lo siguiente:
El aceite de oliva era (y es) un producto de primera necesidad para la inmensa mayoría de las familias españolas que, décadas atrás, veían con desazón como su precio se disparaba cada año en el que la cosecha no era buena.
Alguien, dentro del gobierno franquista, allá por los años 60, decide que para controlar los precios de los años con mala cosecha, la solución es almacenar el excedente de aceite de los años buenos en gigantescos depósitos para así, compensar el precio de los años que hubiera escasez del producto.
Una buena idea destinada a mitigar las subidas estratosféricas de un producto de primera necesidad. Hasta aquí todo fenomenal.
Tras varios años de buenas cosechas, las reservas de aceite estaba a buen recaudo en los depósitos ubicados en Redondela, muy cerca de Vigo. Hablamos de millones de litros de aceite de oliva.
Y todo iba bien hasta que José María Romero, presidente de la empresa encargada de la custodia, se le ocurre hacer una inspección rutinaria y al abrir el grifo de aquellos depósitos no sale ni una gota de aceite.
Sin sospechar las consecuencias que desataría, inmediatamente se persona en el cuartel de la Guardia Civil a denunciar los hechos desencadenando un tsunami de intrigas, problemas y desgracias que iban a afectar a muchas personas relacionadas con este asunto.
Empezando por él mismo y su familia.
Y ahora sí, empieza la historia de uno de los escándalos más colosales (y desconocidos) que ha visto España.
Un drama de intrigas y silencios
La historia de REACE (Refinería de Aceites y Grasas) es una de esas que parecen sacadas de una novela de espionaje.
Una novela con un elenco de personajes dignos de un thriller y un argumento que mezcla corrupción, asesinatos y algo que todos buscan y se evapora ante la vista del público como en los mejores trucos de ilusionismo.
Este caso no lo protagonizan ojivas nucleares ni microfilms, sino algo tan mundano como el aceite de oliva. Un aceite que nunca apareció, y no hablamos de unas garrafas despistadas por unos robagallinas, no, ya verán.
Este caso que apenas nadie recuerda se convirtió en un ejemplo del entramado de poder y encubrimientos en el tardofranquismo.
Si es de los que creían que la democracia española nació inmaculada, esta historia le hará replantear algunas cosas.
Aceite, corrupción y misterios sin resolver
Los orígenes de la refinería: el negocio del oro líquido
Fundada en 1956 por Rodrigo Alonso Fariña, REACE prometía revolucionar el refinado y envasado de aceite. Pero en lugar de un negocio ejemplar, se convirtió en una olla a presión de corrupción y malas artes.
Entre los socios iniciales estaban personajes como Oswaldo Alonso Fariña, Salvador Guerrero y Francisco Carrión, pero el protagonismo pronto recayó en Rodrigo Alonso, quien en 1964 adquirió la mayoría de las acciones.
Como quien no quiere la cosa, se coló en el Consejo de Administración don Nicolás Franco Bahamonde, hermano del Caudillo y ejemplo vivo de lo que podríamos llamar “emprendimiento con apellidos ilustres”.
Nicolás Franco, que también era consejero de Petroliber (hoy Repsol) y Transmediterránea, llevó la marca del «hermanísimo» a otro nivel.
Su frase célebre, “Al hermano del Caudillo no se le molesta por 4.800.000 cochinas miserables pesetas”, resume su estilo gerencial: antes muerto que discreto.
El negocio se enturbia: la CAT entra en escena
En los años 60, la Comisaría de Abastecimientos y Transportes (CAT) se encargaba de regular el mercado del aceite. Con sus instalaciones incapaces de almacenar el producto, recurría a empresas privadas como REACE para alquilar sus depósitos. Entre 1966 y 1972, más de 12 millones de litros de aceite pasaron por los tanques de REACE… al menos sobre el papel.
En marzo de 1972, la CAT descubrió que los tanques, supuestamente llenos de aceite, estaban vacíos. El director general de la CAT, José María Romero González, denunció la desaparición de 4.036.052 kilos de aceite valorados en 167 millones de pesetas.
En otras palabras, el aceite se había «evaporado» sin explicación.
Muertes misteriosas: el precio del silencio
Isidro Suárez Díaz Moris: ¿un accidente conveniente?
El primer detenido fue Isidro Suárez Díaz Moris, presidente de REACE en aquel momento. Cuatro días después de su arresto, falleció en prisión bajo circunstancias sospechosas. Oficialmente, murió por una fuga de gas en la ducha, aunque también presentaba un golpe en la cabeza.
Si a alguien esto le suena a un accidente típico, quizá deberían revisar su definición de «coincidencia.»
José María Romero y familia: triple tragedia
En septiembre de ese mismo año, José María Romero apareció muerto junto a su esposa e hija en lo que se calificó como un «suicidio».
Tres disparos en una sola escena familiar: sin duda, un suicidio muy elaborado.
La versión oficial dejó más preguntas que respuestas.
Otras muertes sospechosas
- Arturo Cordobés, taxista de Vigo, fue asesinado de tres disparos en septiembre de 1972. Su único «delito» parecía ser haber transportado a varios implicados en el escándalo.
- Antonio Alfajeme, empresario conservero vinculado al caso, fue apuñalado en abril de 1974.
- Luis Mañas, representante de los acreedores, falleció de una «angina de pecho fulminante» justo antes del juicio.
Parece que la muerte tenía una agenda muy ocupada entre los involucrados en este caso.
El juicio: una farsa judicial
El juicio comenzó el 21 de octubre de 1974, presidido por Mariano Rajoy Sobredo,
Sí, no es necesario que lo busquen en internet, se trata del padre del futuro presidente del Gobierno.
En solo cuatro días, el caso quedó «visto para sentencia» a pesar de un sumario de 5.000 folios. Curiosamente, este sumario desapareció posteriormente debido a unas «obras». La versión oficial culpó a los fallecidos, mientras que los vivos salieron indemnes.
Una investigación profunda sobre el paradero del aceite o los responsables reales ni siquiera fue considerada.
Cuando los abogados Gil Robles y Stampa Braun solicitaron la comparecencia de Nicolás Franco, el juez lo consideró «improcedente».
Al final, todo se resolvió con un elegante carpetazo y el caso REACE pasó a engrosar la lista de escándalos olvidados de la época.
Conclusión: un reflejo del poder en las sombras
El escándalo de REACE es más que una historia de corrupción y asesinatos. Es un ejemplo de cómo las conexiones políticas y la impunidad pueden desmantelar cualquier intento de justicia. El «hermanísimo» Nicolás Franco, los empresarios y los jueces formaron una red tan sólida como silenciosa.
Si algo nos enseña esta historia es que, en ciertos círculos, los delitos no se castigan; se gestionan.
Y mientras tanto, el aceite desaparecido sigue siendo un recordatorio de que, en este caso, la justicia no solo fue ciega, también fue sorda y muda.
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Redondela, la película
«Redondela» es una película española de 1987 dirigida por Pedro Costa Musté, que aborda el escándalo político conocido como el «Caso Reace» o «Caso Redondela». Ambientada en 1972, implicó la desaparición de cuatro mil toneladas de aceite de oliva de los depósitos de la empresa Reace en Guixar (Vigo), y estuvo marcado por una serie de muertes misteriosas y la presunta implicación de figuras cercanas al poder durante el franquismo tal como hemos explicado más arriba.
Sinopsis
La trama de «Redondela» sigue al abogado José María Gil Ramos, interpretado por Patrick Newell, quien se embarca en la investigación de la desaparición del aceite. A medida que avanza en el caso, descubre una red de corrupción que involucra a personas influyentes. Sin embargo, su búsqueda de la verdad se ve obstaculizada por la muerte en circunstancias sospechosas de varios testigos clave, lo que refleja las dificultades y peligros de enfrentarse al poder establecido.
Reparto principal
- Patrick Newell como José María Gil Ramos
- Carles Velat como Padín
- Fernando Guillén como José Luis Peña
- Aitana Sánchez-Gijón como Luisa Peña
- Carlos Larrañaga como Arturo Méndez
- Agustín González como Fernando González Prat
- Paca Gabaldón como Yuyi
La película también cuenta con la participación de Elena María Tejeiro, Damián Velasco, Blanca Sendino y Manuel de Blas, entre otros.
Producción y rodaje
«Redondela» se rodó en localizaciones de Vigo y Alcalá de Henares. Durante el rodaje, el actor principal, Patrick Newell, desapareció sin previo aviso, generando preocupación en el equipo de producción. Reapareció una semana después en Alemania Occidental, alegando que su partida se debió a la presión psicológica y a la barrera idiomática, ya que no comprendía el español.
El título de la película generó controversia en el municipio de Redondela, cuyo alcalde en ese momento, Xaime Rei, protestó al considerar que su localidad no tenía relación directa con el caso.
Contexto histórico: el Caso Reace
Como ya hemos desarrollado, el «Caso Reace» fue uno de los mayores escándalos de corrupción durante el franquismo en España. La desaparición de una gran cantidad de aceite de oliva, un producto esencial en la dieta española, puso en evidencia prácticas corruptas y la posible implicación de altos cargos del régimen.
La investigación estuvo plagada de obstáculos, incluyendo la muerte en circunstancias no aclaradas de varios implicados y testigos, lo que añadió un aura de misterio y sospecha alrededor del caso.
Recepción y crítica
«Redondela» ofrece una visión crítica de la corrupción y las dificultades para impartir justicia en un entorno dominado por influencias políticas. Aunque no alcanzó un amplio reconocimiento internacional, la película es valorada por su enfoque valiente de un tema sensible en la historia reciente de España y por las sólidas actuaciones de su elenco.
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