Los candidatos bizarros de las elecciones británicas

Publicada el 28/01/202528/01/2025 por El café de la Historia

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Si eres de los que cree que las elecciones son serias, formales e incluso aburridas, está claro que no has prestado atención al asunto electoral en Gran Bretaña. Allá, en la tierra de la cerveza caliente y el pastel de riñones, las elecciones generales no solo son un ejercicio democrático, sino también un espectáculo digno de un circo. Entre los candidatos tradicionales siempre aparece un elenco de personajes que parecen salidos de una novela de Douglas Adams. Hoy nos sumergimos en el curioso fenómeno de los candidatos bizarros, una de esas tradiciones británicas que mezcla política y teatro en igual medida.

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Autor: El café de la Historia

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CURIOSIDADES, GRAN BRETAÑA, POLÍTICA

Un poco de contexto: ¿Qué es un candidato bizarro?

Primero lo primero, ¿quién puede ser candidato en Gran Bretaña?

La respuesta corta es: casi cualquiera que cumpla con los requisitos básicos. Esto significa que, además de los políticos de los partidos tradicionales que se toman (casi siempre) las elecciones muy en serio, también hay espacio para personajes cuya única motivación política parece ser «¡Vamos a llamar la atención y de paso echar una semana de risas!».

Aquí es donde entran en juego los candidatos bizarros.

Desde personas disfrazadas de plátanos gigantes hasta caballeros medievales de corchopán , estos aspirantes no convencionales suelen participar en las elecciones con nombres de partidos igualmente surrealistas, como el Partido del monstruo que ama las galletas o el Partido Loony (Chiflado). Pero no dejes que las risas te engañen; muchos de ellos tienen puntos políticos reales, aunque los presenten con un enfoque tan único que podría confundirse con un sketch de los Monty Python.

Anécdotas de candidatos inolvidables

Hablar de los candidatos bizarros británicos es como abrir un cajón de sastre lleno de historias increíbles. Aquí tienes algunas de las más inolvidables:

1. Lord Buckethead: El maestro del casco galáctico

Si alguna vez hubo un icono entre los candidatos bizarros, ese es Lord Buckethead.

Este personaje, que luce con orgullo un casco negro en forma de papelera, es una figura recurrente en las elecciones británicas desde los años ochenta. Su partido político defiende propuestas tan innovadoras y necesarias para el progreso de la sociedad como «convertir a los Stormtroopers en fuerzas de paz de las Naciones Unidas» y «nacionalizar a Adele».

En 2017, tuvo su momento más épico cuando compartió escenario con la entonces primera ministra Theresa May durante el recuento de votos.

Y es que no se nos ocurre nada que defina mejor la «fiesta de la democracia» como un candidato con un cubo en la cabeza robando protagonismo a la primera ministra del país.

2. El Pato Gigante

En las elecciones locales de 2019, un candidato disfrazado de pato amarillo gigante se presentó con la propuesta de llenar los estanques del país con «patitos de goma para todos».

Aunque no ganó, logró atraer la atención de los medios nacionales e internacionales.

3. El Partido del monstruo que ama las galletas

Este partido ha sido uno de los favoritos de los votantes que buscan una alternativa creativa. Entre sus propuestas legendarias está el reemplazo de todos los semáforos por luces que parpadeen al ritmo de «Stayin’ Alive» de los Bee Gees y hacer que los unicornios sean nombrados animales oficiales del gobierno. Resumen: éxito electoral limitado pero impacto cultural incontestable.

4. Captain Beany: El hombre alubia

Originario de Gales, Captain Beany es un candidato que se toma su temática en serio. Con la piel pintada de naranja y un disfraz inspirado en una lata de judías, este aspirante ha participado en varias elecciones para promover causas benéficas. Su partido defiende en su programa electoral mejorar el acceso a la comida enlatada y, cómo no, una «revolución frijolera».

¿Por qué lo hacen?

Las razones detrás de las candidaturas más estrafalarias son tan pintorescas como los trajes que eligen sus protagonistas. Hay quien lo hace como una forma de gritarle al sistema, pero con una bocina de payaso. Otros simplemente quieren añadir un toque de humor a una arena política. Y, por supuesto, están los que buscan romper las reglas, demostrando que no todo en la política tiene que ser rígidamente gris y acartonado.

En el fondo, estos candidatos, con su irreverencia y extravagancia, consiguen algo que pocos políticos tradicionales logran: conectar. Nos recuerdan que la política, además de polémicas y discursos vacíos, también puede ser un espacio para la creatividad y la risa.

Por otro lado, hay en ellos un mensaje de protesta disfrazado de sátira. Al romper con esa rigidez, personajes como Lord Buckethead –sí, el tipo con un cubo en la cabeza que, además, parece salido de una película de bajo presupuesto de ciencia ficción italiana– nos invitan a reflexionar: ¿y si un poco de locura fuese justo lo que necesitamos para recordar a los políticos que no están por encima de nosotros? ¿Y si un traje ridículo es lo único que consigue bajarlos de su pedestal (o de su nave interestelar)?

El impacto en los votantes

Aunque rara vez sacan más allá de un puñado de votos, estos candidatos «diferentes» tienen un impacto real en los votantes. Ofrecen una perspectiva fresca y atraen a personas que de otra manera podrían sentirse desilusionadas con la política. Además, sus campañas suelen ser virales, lo que significa que tienen una audiencia mucho mayor de lo que sus votos reflejan.

Por ejemplo, en 2017, las redes sociales explotaron con memes de Lord Buckethead y su manifiesto. Este tipo de cobertura no solo hace que las elecciones sean más accesibles, sino que también fomenta la participación al recordar que votar puede ser divertido.