Autor: El café de la Historia
Frases de Luis Eduardo Aute
- A día de hoy podría decir que no sé de dónde vengo ni a dónde voy.
- El artista es un loco que, quizá, tiene un nivel de lucidez mayor que el resto de personas, ya que ha encontrado la forma de exorcizar sus fantasmas personales a través de la creación.
- El paso del tiempo, por pura necesidad de supervivencia, nos convierte en los verdugos de nosotros mismos.
- En mi matrimonio ha habido todo tipo de altibajos, separaciones y reencuentros. Pero con mi mujer es con la persona con la que mejor me peleo.
- El siglo XX ha sido de los peores. Parecía impregnado de civilización, ya se habían hecho la Revolución Francesa y la Ilustración, se suponía que el mundo estaba encauzado hacia una convivencia más civil y ha sido el siglo más salvaje.
- Según me hago mayor, involuntariamente tiendo a recuperar memorias, partes que he vivido. No me inquieta si es doloroso o feliz, pero sí la tendencia involuntaria a usar el retrovisor con nostalgia, eso es lo más grave.
- Uno por pura supervivencia va convirtiéndose en un monstruo. Nos vamos monstruorizando, no existe el verbo, pero…
- El mundo es todo, está configurado por basuras, por belleza; es un amalgama de todo tipo de elementos, lo que pasa es que hay una inconsciencia cada vez mayor que aproxima al ser humano más a la estupidez que a la inteligencia, y no sé por qué, siendo un mundo absolutamente fascinante, un universo fabuloso, la vida es un milagro… No entiendo ese empeño en destruir la belleza del espacio que nos ha tocado habitar. El mundo es y será una porquería, pero aún quedan restos de belleza por ahí dispersos.
- «España de mis amores, cuánto te odio«. Esa simple frase responde a la sensación que tengo cuando pienso en este país precioso, bellísimo, riquísimo, multicultural, con una historia tan larga… pero sin cultura. Y lo que es peor: muy especializado en devorar a sus mejores hijos.
- Quizá la clave para ser realmente libre sea reír cuando puedas y llorar cuando lo necesites.
- Una sociedad inculta es una sociedad que tiende a la barbarie directamente; en ese sentido, la cultura tiene una importancia enorme. Pero no la del entretenimiento, la de las películas de espías en el Pentágono. Me refiero a la que, desde un poso educativo, abre las puertas a la reflexión o provoca un sentimiento o una emoción.
- Mis canciones no son estrictamente autobiográficas, pero son canciones muy subjetivas relacionadas con mi manera de ver las cosas.
- ¿Pensadores que hayan sido referentes? Vamos a los orígenes. Heráclito, que lo descubre todo o casi todo. Anaximandro, Platón y otros cuantos, pero para nombrar a alguien más próximo, alguien que ha ejercido y sigue ejerciendo en mí una gran atracción: Unamuno. Con todas sus contradicciones, con todos sus agujeros, con todas sus luces y sus sombras, me siento muy identificado con sus argumentos. Tengo mucha curiosidad por la filosofía, no soy erudito, creo que tampoco hace falta serlo, pienso que la filosofía te tiene que provocar la construcción de un criterio propio, aprendiendo evidentemente lo que han pensado unos y otros, pero el fin es que tú articules una propia perspectiva de la realidad que te ha tocado vivir
- Decir espera es un crimen, decir mañana es igual que matar, ayer de nada nos sirve, las cicatrices no ayudan a andar.
- Por momentos desearía presentar mi renuncia irrevocable a ser adulto.
- Lo que nos distingue de las bestias es que nos contradecimos. El ser humano es capaz de contradecirse, mentir, engañar y matar al otro no por supervivencia sino por perversión. Solamente de la contradicción surge el pensamiento. Ningún pensamiento surge si no hay reflexión, ese acto de mirarte en el espejo. La contradicción es esencial.
- Mientras quede un ser humano que considere a los demás como seres humanos y no como material negociable, el mundo puede tomar otro derrotero.
- Por una cuestión de tiempo me siento más cómodo con la pintura. Es una actividad relajante. Escribir canciones es más complejo. Hay que someterse a las reglas del juego. Hay que contar algo en tres o cuatro minutos, métricas, rimas, pies forzados. En cambio, cuando pinto duermo como un angelito.
- Pienso que si perdemos la curiosidad no hay nada; no hay reflexión y, por tanto, no hay conocimiento y no hay ninguna posibilidad de saber, de llegar al final de algo. Sin curiosidad, directamente no estás vivo.
- El aficionado taurino de verdad debe hablar poco de toros e ir a disfrutar la magia, tan bella como trágica.
- La mayor riqueza que tiene un país es la cultura, eso lo hace más libre. Un país será más libre en cuanto sea más culto. Es difícil que exista un país culto que se haya sometido a una tiranía. Yo creo que es la gran riqueza del colectivo humano, la cultura, pues es lo que lo diferencia de las bestias. Es el deseo de conocimiento.
- Creo que el paso del tiempo deja sus huellas en el mar. No es el mismo mar el que ves cuando eres niño que el que ves cuando tienen unos cuantos años; no lo ves con los mismos ojos.
- Con el paso del tiempo nos hacemos más escépticos, adquirimos una mayor capacidad para negar cualquier tipo de interpretación de la realidad. Vivimos con menos pasión, pero con más intensidad.
- Como todos en estos tiempos, me da rabia la estupidez del ser humano, la incapacidad del ser humano de ser humano en vez de una mala bestia… Creo que a lo largo de la vida vamos matando poco a poco al niño que fuimos por pura supervivencia; vivimos en una jungla, y la jungla te obliga a ser perverso, mala gente y cínico para poder sobrevivir. Somos verdugos de nosotros mismos.
- El capitalismo es un sistema construido sobre la corrupción, eso no quiere decir que en otros sistemas no haya personas corruptas, pero el capitalismo es un sistema corrupto en sí mismo.
- Me he educado con dos conceptos de la sensualidad completamente contrapuestos en la cabeza. En Filipinas, país tropical, está a flor de piel, y mi familia, que era muy liberal, entendía que el desnudo es un arte. Y luego, los curas en el colegio se pasaban el día tratando de sabotear los instintos sexuales naturales y consideraban que todo desnudo era pecado. De esa fricción entre algo que para unos era terrible y para otros maravilloso algo debió de salir.
- Dibujar es la mejor terapia para cualquier tipo de problema mental, dibujar es una medicina barata, divertida y que cura más.
- Hayas aprendido lo que hayas aprendido, en la dirección en que tu curiosidad te haya querido llevar, llega un momento en la vida de cada uno de nosotros en el que te dicen que eso ya no vale para nada. Que tienes que ser un hijo de puta, intentar machacar al otro, destacar, ser rico, triunfador. Eso para mí es la necedad. ¿Qué tiene que ver eso con la vida? La vida no es eso, es otra cosa muy distinta. Es ser competente antes que competitivo. Es la necedad, no saber qué es el ser humano, la que nos ha llevado a este delirio de la economía que está en manos de terroristas financieros que tienen tanto dinero y tanto poder que quieren directamente comprar el mundo, aunque, para ello, tengan que arruinarlo antes.
- Esto que hago no lo considero trabajo: escribir, hacer canciones o pintar, dibujar, hacer películas. No lo considero trabajo: es vida. Es mi modo de vida, es que si no es así, no sabría qué hacer.
- El amor y el odio marchan de la mano, son parte de la misma cosa. La antítesis del amor no es el odio… es la indiferencia.
- La necesidad de ver el horizonte, de ver un poco más allá, es lo que nos salva. Y creo que está en todos nosotros.
- La mentira es necesaria para la supervivencia.
- Las manos son el primer lenguaje, se podría contar una historia sólo con los gestos de las manos, ahí está la utilización que hacen de las manos los sordomudos, que es un bellísimo ballet de dedos.
- La utopía ha muerto, viva la autopía.
- Lo peor que se puede perder es el tiempo.
- La vida es una gran carcajada. Esa gran carcajada, para mí es la imagen de El grito de Munch, que puede ser tanto grito de pavor como gran carcajada frente a la realidad.
- El encuentro pasional entre dos personas es siempre un duelo en el que la mayoría de las veces se intenta la búsqueda del placer. Dos cuerpos amándose me recuerdan siempre un combate violento y tierno a la búsqueda de ese placer.
- El universo es un estado de excepción.
Breve biografía de Luis Eduardo Aute
Luis Eduardo Aute nació en Manila el 13 de septiembre de 1943. Su padre, español de Barcelona, viajó a trabajar allí para una compañía tabacalera en 1919 y se casó con una filipina.
En su infancia, Aute estudió en la Escuela De La Salle, donde aprendió inglés y tagalo, idioma habitual en el seno de su familia. A edad temprana, mostró una habilidad inusual como pintor y dibujante. Otra pasión de la infancia fue el cine; Su interés en el cine fue alentado por sus padres, que le regalaron una cámara de 8 mm, que utilizó para producir películas caseras con sus amigos.
A los ocho años, hizo su primer viaje a España. En Madrid, cantó por primera vez en público con la orquesta del Hotel Avenida, interpretando la canción «Las hojas muertas».
A la temprana edad de 9 años empezó a escribir sus primeros poemas en inglés.
Su primera gran influencia cinematográfica de infancia fue la película Niágara, donde descubrió el erotismo y la sensualidad de Marilyn Monroe.
En 1954, después de una corta estancia en Barcelona, Aute regresó definitivamente a Madrid, donde estudió en el Colegio Nuestra Señora de las Maravillas. A los 15 años, con una guitarra recibida como regalo de cumpleaños, actuó en una fiesta de fin de curso, junto a dos amigos.
Aunque le gustaba la música, el arte siguió siendo su principal pasión. Durante estos primeros años estuvo fuertemente influenciado por el expresionismo alemán y dedicó la mayor parte de su tiempo a la pintura, ganando una medalla de plata en un concurso de arte juvenil español.
Inicialmente quiso ser arquitecto, pero dejó la escuela casi de inmediato para cursar música, arte y cine.
También escribió guiones y varios cuentos de ciencia ficción.
Aute pasó más de un año en Francia, trabajando principalmente en cine. Uno de sus primeros trabajos fue trabajar como traductor y segundo asistente para la película Cleopatra.
A su vuelta a España pasaría por diferentes grupos de rock hasta establecerse por solitario al mismo tiempo que cursaba estudios superiores.
Compuso sus primeros temas y los ofreció a otros artistas (Rosas en el mar, Massiel, por ejemplo), hasta que fue convencido para grabarlas él mismo, dando comienzo a una larga y fecunda carrera musical en solitario que duró toda su vida al tiempo que la compaginaba con su faceta de poeta, pintor, compositor y cineasta.
Luis Eduardo Aute falleció en Madrid el 4 de abril de 2020.
Rosas en el mar – Luis Eduardo Aute
El Café de la Historia ha sido finalista en la edición 2021/22 de los Premios 20Blogs en la categoría «Ciencia«.
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